GARA
GASTEIZ

Udazkenfest hace de Gasteiz epicentro de la solidaridad

Miles de personas participaron ayer en Udazkenfest, una iniciativa popular nacida para denunciar la dispersión y mostrar cariño y solidaridad a quienes semana tras semana tienen que recorrer miles de kilómetros para visitar a sus seres queridos.

Gasteiz se vistió ayer de denuncia, reivindicación y solidaridad. Denuncia de una política penitenciaria que con la dispersión como ariete castiga de forma inclemente a presos y presas y a sus familiares; reivindicación de un nuevo escenario en el que este tipo de movilizaciones sociales no tengan razón de ser; y solidaridad con todas aquellas personas que siguen sufriendo los embates de ambos estados.

El hashtag #Askeenfesta, con sus múltiples sentidos, utilizado en las redes para informar de su desarrollo, explicaba la razón de ser de una jornada que aunó fiesta y movilización, con un programa diverso y que ya había concitado la complicidad de vecinos y hosteleros. El respaldo popular, por tanto, fue la guinda a un trabajo que viene de atrás.

Las plazas de los Fueros, de Santa María, de la Provincia y del Matxete, el gaztetxe y la Kutxi fueron puntos neurálgicos de un programa que incluía actuaciones de Las Tea Party, Indarrap y Tajón Prieto y los Kuajolotes, entre otros grupos, lectura y recitales musicados de poesía, juegos infantiles, animación callejera y todo lo que la imaginación del movimiento popular de Gasteiz puede deparar.

Udazkenfest, como explicaron sus promotores, «es una iniciativa que nace desde el cariño a todas esas alavesas y alaveses que fin de semana tras fin de semana recorren miles de kilometros para visitar a su allegados». Es, en definitiva, «un altavoz para denunciar las consecuencias de la dispersión y revindicar la vuelta a casa de todos y todas las presas politicas vascas». Y ese altavoz sonó ayer alto.

Tan alto como puede sonar la Plaza de los Fueros llena de gente. Y es que la maniFESTAción programada para la tarde fue multitudinaria, y el gentío desembocó en la céntrica plaza gasteiztarra tras atravesar buena parte del trazado urbano de la ciudad, tras una pancarta también elocuente: “Ya vale, hostia! Dispertsiorik ez!”. Un grupo de música marcaba desde un camión el ritmo a la multitud –la mayoría de los presentes portaban un pañuelo verde–, y el acto comenzó también con un breve concierto. Hubo asimismo ocasión de escuchar bertsos, aunque en un formato particular: Ekaitz Samaniego, joven gasteiztarra encarcelado desde hace cuatro años y medio, envío los suyos en una grabación y la réplica se la dio Iñaki Viñaspre desde el escenario. Fue sin duda un momento emotivo, como el que deparó un aizkolari que cortó un tronco mientras se iban enumerando nombres queridos.

El acto de los Fueros puso el broche –aunque el programa siguió después– a una jornada que los organizadores valoraron positivamente. «Ha sido muy especial, no es habitual ver algo así y estamos muy contentos», resumían a GARA respecto a una iniciativa que nació con vocación de no repetirse, pero que no bajará de todo el telón mientras haya un sola visita, un solo viaje, un paquete pendiente.