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BRUSELAS

Ya está en vigor el «TTIP» de la UE con el África Austral

La Comunidad del África Austral está integrada por la mayoría de los países ubicados en la mitad sur del continente. Seis de ellos –entre los cuales se hallan Sudáfrica, Mozambique y Bostsuana– han suscrito un acuerdo de libre comercio con la UE que ha entrado en vigor esta semana. A priori, lo que distingue a este tratado de otros como el TTIP (UE-EEUU) y el CETA (UE-Canadá) es su estructura asimétrica en beneficio de los países en vías de desarrollo.

El acuerdo de libre comercio negociado entre la Unión Europea y cinco países de la Comunidad de Desarrollo del África Austral (Sudáfrica, Namibia, Botsuana, Suazilandia y Lesoto) entró en vigor el pasado lunes con su aplicación provisional. Mozambique se sumará una vez concluya su particular proceso de ratificación, previsiblemente antes de que finalice este año.

El tratado, que comenzó a negociarse en 2004 y al que se sumó Sudáfrica en 2007, está orientado al desarrollo y prevé una liberalización «asimétrica». Por ello, garantiza el acceso pleno al mercado europeo, sin aranceles ni topes de contingentes, para los productos de Botsuana, Namibia, Lesoto, Suazilandia y Mozambique, con la única excepción de armas y munición, y al 99% en el caso de los productos de Sudáfrica.

Por su parte, los países africanos abrirán su mercado para el 86% de los productos originados en la UE –plenamente para el 74% y parcialmente para el 12%– con la excepción de los productos agrícolas y pesqueros para proteger sectores sensibles. Lo harán a lo largo de un periodo de diez años.

Cláusulas de salvaguardia

Con el objetivo de mitigar un impacto negativo en los países africanos, el acuerdo contempla varias salvaguardias, incluido el compromiso de la UE de no subsidiar sus exportaciones agrícolas a estos destinos –lo que habitualmente hace a través de las ayudas de la PAC–. Además, contempla normas de origen «muy flexibles» para maximizar el número de productos africanos que se pueden beneficiar de las ventajas comerciales que ofrece el bloque europeo.

Los estados africanos no abrirán su mercado para la carne de vacuno, porcino, cordero, algunos componentes de automóviles y ciertos vehículos, y tampoco liberalizarán plenamente el sector textil.

Respecto a los productos sensibles para algunos estados europeos, como en el caso de las naranjas para el español, fuentes del Ejecutivo comunitario minimizaron el riesgo negativo de la liberalización del sector al incidir en que se desarrollará en un periodo de diez años, lo que daría bastante margen para adecuarse a las nuevas condiciones comerciales, y porque existe «una cláusula de salvaguardia» que permitiría actuar «si caen mucho los precios».

Balanza comercial

Se espera que las exportaciones europeas a los países africanos aumenten un 0,7% en el año 2035 gracias a este acuerdo y que las africanas hacia Europa aumenten un 0,9%, según comentaron fuentes comunitarias. También subrayaron los posibles beneficios para los operadores europeos del hecho de que el acuerdo armonizará los aranceles para los productos europeos en todos estos países que, aunque constituyen una unión aduanera, en la práctica aplicaban diferentes tasas.

El comercio entre la UE y estos seis países se eleva a unos 50.000 millones de euros, que son 63.000 millones si se incluye a Angola, país que ha decidido no sumarse al acuerdo pero podría hacerlo en el futuro.

La UE ya es el principal socio comercial de estos países australes. Las importaciones europeas –diamantes de Botsuana; piedras preciosas, metales y pescado de Namibia; azúcar de Suazilandia, entre otros– se elevaron a unos 32.000 millones de euros en 2015, mientras que las exportaciones europeas a la región –productos de ingeniería, químicos y automotriz– ascendieron a casi el mismo nivel, según datos aportados por la Comisión Europea.

Este es el primer acuerdo económico de este tipo que la UE firma en bloque con una región africana. Bruselas confía en firmar pronto otro acuerdo similar con la Comunidad de África del Este y con los países del África Occidental.

El tratado se ha negociado en cumplimiento de las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) después de que la asociación de los Estados de África, Caribe y el Pacífico (ACP) y la Union Europea acordaran en el año 2000, en el marco de los acuerdos de Cotonou (Benin), negociar nuevos acuerdos comerciales asimétricos.