El Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció que, en acatamiento a medidas ordenadas por los tribunales, decidió «posponer hasta nueva instrucción judicial el proceso de recolección» de firmas, último paso para que las autoridades pusieran en marcha el proceso revocatorio contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que acusa al CNE y a la Justicia de estar a merced del Gobierno, debía reunir, entre el 26 y el 28 de octubre, cuatro millones de firmas (20% del censo electoral).

Tribunales penales de los estados de Aragua, Apure, Bolívar y Carabobo anularon por «fraude» una primera recolección de firmas del 1% del padrón, que hizo la MUD en abril para promover el referendo. El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, incluyó el estado de Monagas, aunque el CNE no lo mencionó. «Estas decisiones tienen como consecuencia la paralización» de la siguiente etapa, subrayó el poder electoral, que había advertido que el incumplimiento del 1% en al menos una de los 24 regiones del país frenaba el proceso.

Sin referirse directamente a las sentencias, Maduro habló de las supuestas irregularidades. «Hicieron un fraude gigantesco (...) la tramposería sale», dijo.

La MUD estaba segura de superar holgadamente el mínimo exigido del 20%, dada la impopularidad del presidente por la grave crisis económica. Según Datanálisis, un 76,5% reprueba la gestión del presidente y el 62,3% votaría por revocarlo.

La MUD anunció ayer que activará una «lucha no violenta» para cambiar al Gobierno.