A juicio del secretario general de ELA, Txiki Muñoz, el Gobierno navarro –igual que el de Lakua– ha aceptado jugar en el marco que supone asumir el límite de gasto fijado por el Ejecutivo español, asumir la prioridad del pago de la deuda y no reformar en profundidad la fiscalidad.«De este manera, no puede haber un verdadero cambio», añadió.

En este sentido, subrayó que si se hubiera acometido una reforma fiscal profunda, la recaudación hubiera aumentado en 1.800 millones de euros. También denunció que el Convenio se ha utilizado para que las élites paguen menos impuestos y que pese a que las empresas ganan más, el impuesto de sociedades ha pasado de recaudar 700 millones de euros a apenas 200 millones. «Ganan más y pagan menos», subrayó. Por ello, mostró su extrañeza por el hecho de que Podemos y EH Bildu presenten la reforma fiscal navarra como ejemplar y trasladable a otros ámbitos.

Movilización

Muñoz recordó que para que pudiera llegar el cambio a Nafarroa, los sindicatos y los movimientos sociales protagonizaron grandes movilizaciones y destacó que para profundizar en el cambio será necesario volver a movilizarse.

En una línea similar, Ainhoa Etxaide, secretaria general de LAB, reclamó al Gobierno navarro y a los cuatro partidos que lo sostienen que opten por profundizar en el cambio. «Si lo hacen, tendrán nuestro apoyo», añadió.

Etxaide valoró las medidas positivas adoptadas por el nuevo Gobierno navarro, entre las que citó la supresión de símbolos franquistas, una actitud favorable al euskara y el comienzo del fin del «holding» formado por CCOO, UGT y CEN, una de las patas del Régimen.

Sin embargo, destacó que los presupuestos son la herramienta para poder hacer nuevas políticas, por lo que lamentó que estas cuentas no sean las que Nafarroa necesite, ni por contenido ni por el procedimiento que se ha seguido para elaborarlas. «Nos hemos quedado fuera. Solo hemos podido dar nuestra opinión. Y no todos».

Junto a ello, la dirigente de LAB destacó que son plenamente conscientes de que apostar por un cambio profundo y verdadero supone enfrentarse a dificultades, pero rechazó que la opción sea mantener el equilibrio entre las élites que buscan acumular riquezas y quienes defienden una redistribución.

12% para pagar la deuda

Etxaide rechazó que los presupuestos navarros destinen un 12% al pago de la deuda y lamentó que esta cantidad sea superior a la empleada para garantizar los derechos sociales.

Asimismo, lamentó que no se esté recaudando lo suficiente para atender las necesidades sociales y alertó de que «que hayan perdido el Gobierno no quiere decir que hayan perdido el Régimen. Y actuan para impedir el Cambio y evitar que consolide su base social».

En el acto del Labrit también participó Raúl Ciriza, en nombre de Attac, que también atacó la reforma fiscal realizada por el Gobierno navarro y los partidos que lo sustentan, calificándola de «pequeño maquillaje, retoque técnico», por lo que reclamó una de otras características y que se emplee la soberanía para hacerlo.

Ciriza denunció que aunque los salarios suponen el 47% del PIB pagan el 70% de los impuestos que conforman los presupuestos navarros. También destacó que los niveles de fraude fiscal ascienden al 18% del PIB, lo que supone un montante de 3.000 millones de euros que dejan de ingresarse en las arcas navarras.

Por ello, tildó los presupuestos de «plan continuista» y cifró en 4.000 millones de euro la deuda heredada, lo que supone que cada día haya que destinar 1,3 millones de euros a pagar deuda y peajes en la sombra. Por ello, reclamó que se lleve a cabo una auditoría de la deuda para analizar su legitimidad.

En el acto del Labrit y la manifestación participaron también miembros de Steilas, ESK, CGT, Sasoia, Martes al Sol, Bilgune Feminista y Sustrai Erakuntza.