Raimundo Fitero
DE REOJO

Arcoiris

Designio de los tiempos: todo lo que pueda comercializarse se comercializará y se convertirá en un negocio privado. Hasta todo lo referente relacionado con el orgullo, las reivindicaciones de los colectivos LGBTI, es un espectáculo televisivo, patrocinado y en el caso del World Pride de Madrid, organizado por una empresa privada. Ver en establecimientos propiedad de reconocidos homófobos o en bares cutres la bandera arcoiris como reclamo comercial, preocupa. Hasta en la franquicia de una cadena de bares de Bertín Osborne aparece. El negocio.

Es en los medios televisivos donde se han producido unos cambios tan radicales que empieza a ser todo muy sospechoso. Un señor que dirige TVE aseguró que no retransmitirían la cabalgata de los “geyes” (no me he podido reprimir) de Madrid que es la cita global, porque él era “católico, apostólico y romano”. Sin embargo, una televisión pública gobernada por El PP como la Telemadrid, lleva días dándole cancha, estando en la cabecera de todas las manifestaciones y retransmisiones entusiastas en directo. Compitiendo en hacerse con el título de cadena de referencia con La Sexta, que lleva desde las catorce horas de ayer retransmitiendo en directo todo lo referente a la cabalgata, incluso con carroza propia.

Aquí habrá que empezar a pensar y ver hasta dónde se ha llevado este asunto. La reivindicación parece clara, necesaria, pero ya hay movimientos del LGBTI que empiezan a criticar esta imagen festera, como decía uno de ellos, «una homosexualidad de tanga y tacones de aguja». Y todo el comercio lateral, las marcas que se han sumado de manera oportunista a estos eventos. Sin hablar de formaciones políticas que son homófobos por estatutos y que comparten pancarta. Mañana hay que seguir con la bandera arcociris.