Josu MONTERO
Escritor y crítico

Pájaros

En una tarde campestre cuando tenía tres años se quedó pasmado con los cantos de las alondras y pidió silencio a sus padres para oírlas mejor. Pero es que su padre era profesor de literatura y traductor de Shakespeare y su madre la poeta Cecile Savage, que le había dedicado un poemario aún antes de que naciera. Nació en 1908 en Avignon, estudió música en París y se convirtió en uno de los compositores esenciales del siglo XX. Prisionero en el campo de concentración de Görlitz, una heladora tarde de enero de 1941 interpretó junto a otros tres internos –piano, clarinete, violín y chelo– una obra concebida y escrita en aquel infierno e inspirada en el Apocalipsis, el “Cuarteto para el fin de los tiempos”.

Una audiencia de más de 400 presos y guardias experimentaron el estremecimiento y el recogimiento, la oscura claridad de una música que unía la fría ebriedad de las trompetas con el silencio armonioso del cielo. Fue uno de los momentos fundamentales en la música del pasado siglo. Vanguardista y de honda fe, influido por la trascendencia de los ritmos hindúes, balineses, japoneses o de la Grecia arcaica, fue organista de la iglesia de la Santa Trinidad de París y profesor del Conservatorio. Recorrió el mundo grabando el canto de los pájaros, siempre presentes en su obra, hasta el punto de considerarse tan ornitólogo como compositor. Olivier Messiaen murió en 1992. «Los pájaros son lo contrario del tiempo», escribió.