Koldo LANDALUZE
CRÍTICA «Alibi.com, agencia de engaños»

Con cuernos y a lo loco

En esta su primera experiencia en solitario a ambos lados de la cámara, los dos filmes anteriores compartió labores de realización junto a Nicolas Benamou en las dos partes de la nada destacable “Babysitting”, Philippe Lacheau certifica que su visión de la comedia se concentra en esos gags de calibre ultragrueso que apuestan por robar la risa del espectador mediante una exaltación del macho alfa. Lacheau pertenece a ese tipo de actores y cineastas procedentes de la televisión cuyo éxito se traduce en los índices de audiencia que cosecha a través de un modelo humorístico jurásico y en el que todo vale. Para que el repertorio de chistes zafios funcione bajo una fachada actual, el responsable de este desaguisado se ampara en la universo virtual de las redes sociales. En concreto, se trata de una agencia cuyos servicios se traducen en otorgar a sus usuarios todo tipo de coartadas que camuflen sus infidelideades conyugales. A nadie se le escapa que los clientes son hombres ya que, según el presunto guion, las mujeres jamás llevarían a cabo un “acto de infidelidad”. Visto cuales son los derroteros por los que se mueve el subproducto, lo que encontramos en la pantalla no es más que un atropellado encadenado de situaciones vistas en multitud de ocasiones y en las que los enredos que provocan las situaciones planteadas por la agencia Alibi.com jamás logran su objetivo de alcanzar el éxtasis de la carcajada.

Poco o nada destaca dentro de un conjunto endeble que se va nutriendo de pequeños detalles y que en su empeño por alearse de los cánones de la típica comedia costumbrista que se realiza en el estado francés, acaba en las garras de las comedietas indigestas made in USA que tienden a confundir el humor con el trazo grueso y un discurso machista.