Pablo CABEZA
BILBO

«C0wboy song», libro dedicado al notorio bajista Philip Lynott

La biografía de Philip Lynott recoge fundamentalmente la historia de uno de los bajistas, además de excelente vocal, más admirados que ha tenido la escena rock, pero también son las páginas de Thin Lizzy hasta que la muerte se llevara a Lynott en 1986 con 36 años.

Graeme Thomson escribe “ Cowboy song. La biografía autorizada de Philip Lynott” (Es pop ediciones) con el permiso de la familia Lynott, circunstancia que le ha permito ir más allá en detalles y documentos que otros libros relacionados con Lynott o su banda Thin Lizzy. Son casi cuatrocientas páginas en las que no solo se cuenta la historia musical de los mejores años de la banda –los setenta y primeros ochenta–, o del mismo héroe del bajo, sino que se llega al fondo de una mente dinámica que le llevó a la autodestrucción con tan solo 36 años y a cuatro años de un repleto Velódromo de Anoeta que le acogía un 4 de marzo de 1982 con admiración, en la gira correspondiente al disco “Renegade” y al precio de 600 pesetas.

Tras la muerte de Lynott la banda desapareció, pero dado que la leyenda del irlandés continuó viva e influyente el grupo se rehizo en tres ocasiones, la última el mismo año pasado. Obviamente sin el descamisado chico del pelo ensortijado y su voz, nada puede ser ni igual ni parecido, si bien suenen éxitos como la tradicional “Whiskey in the Jar”, a la que dieron un “repaso” deslumbrante, “Jailbreak”, y “The boys are back in town”, con su letra un poco en tono macarrilla.

Lynott era hijo ilegítimo de una adolescente católica irlandesa escapada de casa y de un inmigrante guyanés que llegó a Gran Bretaña como polizón a bordo de un barco. Philip Lynott se sobrepuso a las penurias de su infancia en una barriada obrera de Dublín, al asombro que despertaba el color de su piel en un entorno en el que era verdaderamente único y a una hiriente y permanente sensación de abandono, para acabar convirtiéndose en la primera estrella genuina de rock surgida de Irlanda.

“Whiskey in the Jar” –precisa Graeme Thomson– fue lanzado el 3 de noviembre de 1972 sin ningún tipo de fanfarria. Vendió un total de dieciocho copias en sus primeras veinticuatro horas. Aquel mismo día, Thin Lizzy se embarcó en una gira de un mes con Slade, el grupo más popular de Gran Bretaña en aquel momento. Slade habían recreado una aproximación convincente de la beatlemanía tras colocar tres sencillos en el número uno de las listas de ventas en apenas doce meses; su indumentaria de drugos y su pendenciero brío de cuenca minera venían a ser el equivalente setentero del pelo tazón y el ingenio liverpuliano. También compartían cartel con la roquera glam estadounidense Suzi Quatro, todavía a unos meses de su éxito comercial con “Can the can”.

Recuerda Eric Bell (guitarra del grupo): «Parecían hinchas de fútbol, bebidos y alborotadores. Todos con sus bufandas, cantando ‘You’ll never walk alone’ a voz en grito. Su único interés era ver a Slade, nosotros no les importábamos una mierda». La atmósfera era hostil, casi retadora. Tan pronto como Thin Lizzy salió al escenario arrastrando los pies, Lynott fue objeto de silbidos e insultos racistas. Varios miembros del público le arrojaron objetos. La actuación fue un desastre y su mánager les obligó a reconsiderar su pose en escena, cómo mostrarse, el tipo de canciones... No pasarían muchos años para que Thin Lizzy se convirtiera en una banda de referencia.

Tras una vida de excesos con las drogas Lynott ingresaba en el Hospital General de Salisbury el 25 de diciembre de 1985 en un estado pésimo, resultado de unos años degenerativos. Fallecería en la madrugada del 4 de enero. Su corazón, hígado y riñones habían dejado de funcionar. Tenía neumonía, abscesos y septicemia.

«Cowboy song» perfila su vida, los tiempos buenos y las bajadas al abismo. A veces “suena” cruel, pero no deja de ser el relato de los hechos que rodearon la vida del singular y estimado Philip Parris Lynott.