gara, donostia
EDITORIALA

Todos los muros se erigen sobre la misma coartada

El presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbo justificó ayer la construcción de un muro de cuatro metros de altura para evitar que migrantes y refugiados accedan al ferry de Portsmouth apelando a la seguridad de los pasajeros y mercancías. Aludió también al carácter estratégico de la infrestructura, señalando que no garantizar su viabilidad supondría a futuro «un drama» para la industria vasca. Son argumentos de fácil venta, más en un contexto de creciente indolencia social respecto a los colectivos más desfavorecidos. De hecho, el expuesto por Asier Atutxa es un razonamiento tan manido que ha acompañado a la construcción de cercas, vallas y murallas tan legales, necesarias e inocuas para los derechos humanos como las de Ceuta y Melilla, la de la frontera sur de EEUU o la que rodea territorio palestino.

Cada vez que la humanidad ha levantado un muro lo ha aderezado con bellas palabras y mejores intenciones. Y del mismo modo en que ningún país admite tener presos de conciencia, sino terroristas o criminales, nadie reconoce que fija una línea divisoria por egoísmo o mezquindad. Sin embargo, igual que los presos políticos se cuentan por miles en el mundo, cada vez que se construye una pared se hace para que alguien no pueda franquearla. Para dejarla fuera de un lugar que le es vetado o dentro de una prisión.

Esa es la función de un muro, también el que rodea la terminal del ferry, y, aunque el problema trasciende las competencias de la Autoridad Portuaria e interpela directamente a otras instituciones, su presidente podría mostrar al menos la misma empatía con esos seres humanos que la que ofrece a mercancías e industria. Porque drama es el que viven quienes aguardan agazapados, hoy en Zierbena como ayer en Calais, y si algo hemos aprendido de otros ejemplos es que el cemento y el acero pueden obstaculizar el paso de una persona, pero no pueden parar su deseo de una vida mejor. Por ello, es hora de afrontar este asunto en serio y cambiando hormigón por humanidad.