GARA
BRIEVA

Urdangarin ingresa en la prisión de mujeres que acogió a Roldán

Iñaki Urdangarin, cuñado del rey español, ingresó ayer en la cárcel abulense de Brieva, la prisión de mujeres en cuyo módulo especial ya cumplió condena Luis Roldán. Dentro de 17 meses, si sigue en prisión, podrá acceder a permisos ordinarios.

Iñaki Urdangarin durmió anoche en prisión. En torno a las 8 de la mañana, en un furgón oscuro, ingresó por la puerta principal en la prisión abulense de Brieva, un centro penitenciario de mujeres que cuenta con un módulo especial para hombres, en el que el ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán cumplió condena entre 1995 y 2005. Condenado a cinco años y diez meses de cárcel malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias, el cuñado del rey ocupará el mismo módulo que, como en el caso de Roldán, será para su uso exclusivo ya que es el único recluso en él. Esa circunstancia le garantiza un nulo contacto, tanto de él como de quienes acudan a visitarle, con el resto de población reclusa de Brieva (92 presas) y con sus familiares o amigos.

El módulo especial para hombres, en el que también cumplieron condena algunos de los narcos arrepentidos de la ‘Operación Nécora’, ha permanecido vacío desde que lo abandonara Roldán en 2005 y solo se ha acondicionado nuevamente para acoger a Urdangarin. Este recinto estará vigilado al menos por un funcionario.

El esposo de Cristina de Borbón podrá disfrutar de permisos ordinarios a partir de los 17 meses y medio si, como se espera, es clasificado en segundo grado por Instituciones Penitenciarias desde su ingreso en prisión, lo que abriría la puerta al tercer grado. Sin detrimento de que pueda solicitar un indulto o recurrir al Tribunal Constitucional, y si todavía sigue encarcelado, tendrá que esperar a la Navidad de 2019 para disfrutar de la calle si, como se espera, es clasificado en segundo grado.

La opción de que Urdangarin disfrutara directamente de la semilibertad la determinaría la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias si optara directamente por su clasificación en tercer grado, atendiendo a cuestiones a su favor como que es la primera condena que cumple o la escasa posibilidad de reincidencia, pero fuentes jurídicas señalan que lo esperable es que se opte por el segundo grado.

Con el ingreso en prisión se cierra un caso que comenzó en 2010, en plena crisis económica, cuando se conocieron los primeros detalles de un escándalo que dañó seriamente la percepción pública de la monarquía española y contribuyó a que el suegro de Urdangarin, Juan Carlos de Borbón, abdicara en su hijo Felipe en junio de 2014.

Este proceso judicial convirtió a Cristina de Borbón en el primer miembro de la actual familia real en sentarse en el banquillo de los acusados por presun- tos delitos contra la Hacienda pública, aunque fue absuelta.

El PSOE enmarcó en la «normalidad democrática» el ingreso en prisión Urdangarin. La ministra de Justicia, Dolores Delga- do, aseguró, por su parte, que «no se puede sacar una conclusión diferente» de la de que «los tribunales han funcionado» y que «la ley es igual para todos».

Ciudadanos se limitó a afirmar que respeta las decisiones judiciales y penitenciarias.

Privilegios

Desde EH Bildu, su diputada, Marian Beitialarrangoitia, consideró «lógico» que Urdangarin haya ingresado en prisión, pero consideró «grave» que haya podido elegir la cárcel, al tiempo que remarcó que el «caso Nóos’ ha demostrado que «la Justicia no es igual para todos».

Marta Vilalta, portavoz de ERC, coincidió con ella al criticar que «la Justicia no es igual para todos» al haber podido el cuñado del rey español elegir prisión donde cumplir condena.

También Pablo Echenique, secretario de Organización de Podemos, denunció que su ingreso en Brieva revela un nuevo trato de favor para la monarquía y defendió la necesidad de impulsar «valores republicanos» que eviten este tipo de privilegios.

El exsocio de Iñaki Urdangarin en el Instituto Nóos y condenado a cinco años y ocho meses de prisión, Diego Torres, ingresó ayer por la tarde en la cárcel de Can Brians 2 de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona)