Agustín GOIKOETXEA
HUELGA EN EL METAL DE BIZKAIA

LA ERTZAINTZA NO LOGRA ENSOMBRECER LA DEMOSTRACIÓN DE FUERZA SINDICAL

LA ACTUACIÓN DE LA ERTZAINTZA DURANTE LA MANIFESTACIÓN QUE AYER RECORRIÓ EL CENTRO DE BILBO NO CONSIGUIÓ ENSOMBRECER LA DEMOSTRACIÓN DE FUERZA DE LOS TRABAJADORES DEL METAL EN LA QUINTA JORNADA DE HUELGA POR UN CONVENIO DIGNO. FIRMES EN SUS REIVINDICACIONES, AGUARDAN A QUE LA PATRONAL SE MUEVA.

La lucha de los trabajadores del metal de Bizkaia no ceja. El paro fue «masivo y mayoritario» en fábricas y talleres con un seguimiento, según los sindicatos, que rondó el 85%, similar a días anteriores; la Federación Vizcaina de Empresas del Metal (FVEM) lo rebajó al 20%. Hay unanimidad sindical ya que a las fuerzas convocantes (ELA, LAB, CCOO y UGT) hay que sumar CGT, ESK, CNT y USO.

Los polígonos se mantuvieron vacíos, excepto cuando los piquetes informativos los recorrieron a primera hora de la mañana, vigilados de cerca por dotaciones de la Ertzaintza. Escasos incidentes, con forcejeos entre policías autonómicos y huelguistas ante un taller de Renault en Deustu que acabaron con porrazos para los componentes del piquete y en Erandio, en el acceso a Astilleros Murueta. Ante los juzgados de Durango se desarrolló por la mañana una concentración coincidiendo con la toma de declaración a los dos trabajadores detenidos la víspera en Zornotza.

Precisamente, en las cercanías del alto de Montorra, donde se colocó el jueves la barricada con neumáticos a la que se prendió fuego, el 80% de la plantilla de Aludium, con 500 operarios, secundó la huelga. Algunos de ellos se quejaron de la actitud «colaboracionista» de los delegados de CCOO y UGT, que al contrario que sus sindicatos, no apoyaron la convocatoria. No obstante, muchos de sus afiliados estuvieron con sus compañeros de LAB en la movilización por las calles de Bilbo.

Amplio seguimiento

En Thyssenkrupp Materials Processing, en Mungia, solo acudieron 2 ó 3 trabajadores de los 83 en plantilla y lo hicieron «por motivos de seguridad». En esta empresa de laminación no tienen dudas de que la lucha por un convenio digno se mantendrá «hasta el final». En otra firma dedicada también a laminación y derivados, la durangarra Layde Steel, con 140 operarios, la producción estuvo parada, alcanzando la huelga el 98% de seguimiento con excepción en unos pocos empleados de la oficina y de una ETT. «La unidad sindical ha movido más a la gente. La convocatoria en todo Durangaldea ha sido un éxito», aseguraban.

En montajes Pine, con sede en Derio, el 80% de los 160 integrantes de la plantilla paró. En la acería de Arcelor, en Sestao, donde la producción está en suspenso, quienes debían acudir a formación no lo hicieron.

A las 11.30, en Bilbo, partieron de San Mamés y Botica Vieja sendas marchas que confluyeron en el Sagrado Corazón. El dispositivo de la Ertzaintza era para entonces atosigante ante la que se preveía y, así fue, nutrida manifestación. Mientras extendían la pancarta de cabecera, un mando policial advirtió a los representantes sindicales de que les hacían responsables de cualquier incidente que pudiera registrarse.

Alrededor de 7.000 personas marcharon por la Gran Vía entre un pasillo de furgones y agentes de la Brigada Móvil pertrechados con porras, escudos y lanzadores a quienes los trabajadores calificaron de «piquetes de la patronal», mientras lanzaban consignas como «borroka da bide bakarra», «jo ta ke irabazi arte», «patronala lapurra», «menos policía, más negociación» o «Bizkaiko metala borrokan».

Actitud policial desafiante

La actitud desafiante de los ertzainas no hizo sino acrecentar la tensión a cada paso. Además, a partir de la plaza Elíptica, los furgones invadieron las aceras, lo que atemorizó a muchas de las personas que estaban realizando compras en Gran Vía o a turistas, sobresaltados también por las detonaciones de la pirotecnia de los huelguistas. Muchos comercios bajaron la persiana al ver el panorama.

Para entonces, a consecuencia de los petardos y bengalas arrojados, un contenedor ardía en el primer tramo de esa arteria principal de la villa entre los destellos de las sirenas de las furgonetas que cerraban la comitiva. En las cercanías del palacio foral, tres personas fueron retenidas por la Ertzaintza, lo que provocó que la manifestación se detuviese hasta que fueron liberados.

La tensión no disminuyó; al contrario, se incrementó cuando integrantes de la Brigada Móvil cortaron la manifestación a la altura de la plaza Circular. Para entonces había comenzado en el puente del Arenal el acto final, en el que intervinieron los diferentes representantes sindicales. Alguna carrera, porrazo (entre ellos a un fotógrafo de prensa), botella que impactó en los vehículos policiales y una persona arrestada, a la que la Ertzaintza acusó de atentado contra la autoridad. Además, según fuentes del Departamento de Seguridad, a otros tres manifestantes se les imputan desórdenes públicos.

Finalmente, el cordón policial se retiró mientras los manifestantes siguieron la marcha camino del Arenal. Y una docena de furgonetas de la Ertzaintza ocupó la plaza Circular ante la expectación de los transeúntes.

«Si FVEM cree que la represión patronal y policial va a parar a los y las trabajadoras, aquí tiene la respuesta clara», señaló Iratxe Azkue (LAB) refiriéndose a la gran manifestación. Además, acusó a la patronal de tratar de «desfigurar» las razones de la huelga y le advirtió de que «hasta que se firme un convenio digno no habrá normalidad».

Azkue aplaudió «la dignidad y el modélico trabajo» de trabajadores y trabajadoras del sector. «Sois cada vez más», enfatizó al hablar de su entrega a la causa.

José María Royo (UGT) criticó la actuación de la Ertzaintza. «No se debería haber llegado hasta este punto porque por nuestra parte la negociación sigue abierta», comentó. «El conflicto permanecerá porque hoy día hay demasiadas cosas y distancia que nos separa, por lo que, si siguen como hasta ahora, en setiembre seguiremos», vaticinó.

No hay todavía cita para reunir la mesa de negociación, que se aventura para julio, lo que llevó a Mikel Etxebarria (ELA) a decir a la FVEM que quieren «medidas efectivas para aspectos como la precariedad y, si no hay acuerdo en los diez puntos recogidos en la plataforma sindical conjunta, la lucha va a continuar».

Iker Gonzalo (CCOO) acusó a la patronal de estar planteando una negociación «de mala fe» porque «se ríe de todos los trabajadores del sector con sus propuestas». «Por eso, vamos a seguir apostando por la movilización después de una jornada como la de este viernes donde han salido de manera unánime a la huelga cientos de empresas cerradas», subrayó.