GARA
GASTEIZ

EH Bildu recuerda que a estos cargos corruptos los nombró el PNV

EH Bildu reclamó ayer «hechos y no mera palabrería» para asumir las responsabilidades tras la condena por el «caso De Miguel» y para adoptar medidas que impidan que en el futuro vuelvan a darse actuaciones corruptas de este tipo. Además, no cree que con una trama de tal magnitud nadie en el PNV supiera nada.

La parlamentaria Larraitz Ugarte compareció en Gasteiz junto al coordinador de EH Bildu en Araba, Ibon San Saturnino. Les acompañaban Mikel Otero y Eva López de Arroyabe. Frente al discurso jeltzale de que lo ocurrido es únicamente atribuible a sus autores y el intento de presentarlo como «casos particulares», Larraitz Ugarte recordó que los condenados pudieron cometer los delitos porque fueron nombrados para sus altos cargos por el PNV entonces liderado por Urkullu.

Añadió que «ahora Urkullu y Ortuzar piden perdón a la ciudadanía con ánimo claro de quitarse responsabilidades de encima. Dicen que no sabían nada. ¿De verdad alguien en este país puede pensar que una trama que funcionó durante años, que adjudicó contratos de manera irregular en diferentes administraciones y cobró comisiones por adjudicaciones (mordidas) funcionó de manera autónoma sin que nadie supiese de ello?».

A petición del ABB

En esa misma línea, el coordinador de Araba destacó que la sentencia deja claro en el bloque dedicado a Zambrana que De Miguel entró en la operación siguiendo las órdenes del Araba Buru Batzar. «Difícilmente se puede creer que una trama de esas dimensiones vaya a pasar desapercibida desde los mecanismos de control del partido, cuando una parte sustancial de su Ejecutiva estaba implicada en esa operación», detalló.

EH Bildu pidió hechos contra la corrupción y asunción de responsabilidades políticas tanto por Iñigo Urkullu, presidente del EBB cuando se produjeron los hechos, como por Andoni Ortuzar, actual líder del PNV. Sobre la mesa hay ya iniciativas como la ley de la oficina anticorrupción.

Para la formación independentista, la sentencia del «caso De Miguel» demuestra la existencia de una trama corrupta, de personas ligadas por su relevancia en el PNV, que actúan unidas para cobrar comisiones, realizar contrataciones irregulares y obtener adjudicaciones públicas por administraciones gestionadas por el PNV.