La falta de explicaciones sobre los motivos por los que Araba, Bizkaia y Gipuzkoa afrontan desde hoy una fase 1 muy restringida no solo ha creado grandes incertidumbres y preguntas en la ciudadanía de la CAV, sino que ha levantado críticas generalizadas por el fondo y la forma de la decisión.

Arnaldo Otegi fue el primero en preguntar el sábado por qué se ha restringido la movilidad a los municipios «si todo iba tan bien» en la pandemia como sostenía el Ejecutivo, y ayer se respondió afirmando que «el Gobierno y el candidato Urkullu solo tienen dos prioridades: elecciones y garantizar los intereses de ciertas elites económicas. Todo lo demás, improvisación y maquillaje».

Más significativas fueron, sin duda, las reacciones de dos destacados miembros del PSE, Eneko Andueza y Alfredo Retortillo, que utilizaron sus redes sociales para poner en solfa la decisión de un Gobierno del que forman parte. El secretario General del PSE-EE de Gipuzkoa afirmó en Twitter que, «si el objetivo era diferenciarnos del resto, el resultado ha sido la confusión más absoluta entre la ciudadanía vasca. La realidad en Euskadi es la que es. Mejor dar pasos con garantías, que intentar vender que vuelve una normalidad que no es tal. Horrela ez».

Mientras, Retortillo, que es secretario de Estudios y Programas del partido, planteó si «nadie sospecha que los residentes en los pueblos del Valle del Urola quedan confinados en sus municipios para que el Gran Bilbao comparta fase con la Montaña Alavesa, ¿no?».

Por su parte, la candidata de Elkarrekin Podemos, Miren Gorrotxategi, preguntó «quién entiende la particular desescalada» de la CAV y cuestionó «si se ha hecho un arreglo» para entrar en la fase 1 «sin estar preparados». «Si se toma la desescalada como un examen del oasis vasco, mal vamos», agregó.

Carlos Iturgaiz apuntó que «Urkullu se ha inventado la fase 0,5» para la CAV y apuntó que «los vascos no estábamos preparados para la fase 1».