Ramón SOLA

Robles y Galindo, Echenique y Zabala, pasado y futuro

Margarita Robles ha elogiado a Felipe González. Hace 25 años era la secretaria de Interior que, en un episodio quizás algo mitificado, se encaró con Galindo, y luego la juez que acusó a Intxaurrondo de obstruir a la Justicia en el caso Lasa-Zabala, pero hoy es ministra de Defensa. Pablo Echenique avanza que UP no apoyará la comisión de investigación; su partido tiene posición clara contra el terrorismo de Estado, hasta apostar hace cuatro años por Pili Zabala, pero hoy es portavoz del socio de gobierno del PSOE. Tomar esta posición conlleva a ambos una incoherencia flagrante, ¿podrían haber actuado de otra forma? ¿No podría Robles haber replicado el «basta ya» de Eneko Andueza, que no pisó los sótanos de Intxaurrondo? ¿Le diría Echenique a Zabala mirándole a los ojos que «todo el mundo sabe lo que pasó»? Hoy les pesa el pasado... ese pasado arrojadizo que tanto tienta a los políticos.

Resulta curioso que Robles instara ayer a «pensar en el presente y futuro» y que Echenique considerara que GAL puede «distraer» de lo prioritario. Curioso, porque manipular el pasado ha sido y es aún recurrente para evitar acuerdos con el independentismo de izquierdas. Eso ha ocurrido cuando este sector nunca ha ejercido el mismo derecho de veto; tampoco lo hará ahora. Y ocurre cuando la guerra sucia no debería considerarse pasado porque, al contrario de la de ETA, jamás se ha reconocido ni menos castigado. Por eso este viejo documento de la CIA es todavía puro presente. Y por eso sí, tiene razón Robles: es más productivo mirar al mañana que al ayer.