Araceli Fontecha Miranda
KOLABORAZIOA

Señor lehendakari: los ciudadanos molestamos

Los ciudadanos molestamos porque estamos vivos y tenemos necesidades, obligaciones y sentimientos. Los ciudadanos muertos por enfermedad común no molestan.

Como intuyo que es usted muy de obligaciones vamos a comenzar por ellas. Como cada año tenemos que realizar la declaración de la renta y desde Diputación, en mi caso desde la Hacienda Foral de Álava, nos han enviado una carta cuya finalidad real desconozco. A mí, e imagino que a personas con capacidades y medios similares a los míos, ha conseguido desquiciarme.

Primero he hablado con una máquina que, como no pertenezco a la opción 1 ni a la opción 2, me deja en el limbo (que hasta la Iglesia católica ha suprimido). Después de comprender que obligatoriamente debía ver mi renta-fácil, la he visto. Para ello he pasado por Izenpe, que debía darme el BAK, para lo que he tenido que soportar que la pantalla del ordenador me dijera en dos ocasiones algo parecido a: «introduce los datos muy lentamente y por eso la página expira» (Ahora tengo miedo de que la lavadora me diga: «no le lavo la ropa porque la mete usted muy sucia»).

Conseguí, por fin, llegar a mi renta-fácil, que no me sirve, cosa que yo sabía con antelación porque en el 2020 mi situación económica ha variado. El ordenador me pedía que le mandara los documentos por unos sistemas que no puedo repetir porque desconozco. Con lo cual debo esperar cinco días y no sé qué ocurrirá transcurridos esos días.

En cuanto a las necesidades de los ciudadanos, hace unas semanas para pedir cita con Zuzenean tuve que hablar con una máquina que me daba cita para las 7.00, las 7.15, las 7.30 y las 7.45 de la mañana cuando la atención al público comienza a las 8.00. Yo necesitaba una cita por la tarde pero la máquina me remitía a la página web, cosa que, como he explicado, me horroriza.

En referencia a los sentimientos: el tener que hablar con máquinas y ordenadores a una parte de este país nos enferma. Y la enfermedad siempre sale cara.

No le pido que ponga en el paro a las personas que diseñan estos sistemas electrónicos ni a sus responsables políticos porque el paro está lleno. Pero búsqueles un trabajo acorde con su personalidad porque lo que está claro es que la gente les molesta, que no les gusta hablar con los habitantes de este país.

Muchas personas necesitamos una voz humana que nos dé una cita y una persona que reciba nuestros documentos. Creo que en muchas ocasiones lo barato sale caro: Si no lo hace por humanidad, hágalo por economía.