Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
CRISIS DEL CORONAVIRUS

Lakua pide paciencia pero sigue sin definir su propuesta de vacunación

Miles personas que en su día recibieron la primera dosis de AstraZeneca no saben todavía cuál va a ser la marca elegida para la segunda. Con el Gobierno de Iruñea siguiendo la estela del Ministerio de Sanidad, que apuesta por Pfizer, Lakua sigue sin fijar posición. Su portavoz admite que «hay que dar solución» a este asunto, pero no concreta quién.

«Quien tenga que resolverlo tomará la decisión que corresponda». El portavoz del Gobierno de Lakua se refirió ayer de esta forma a la polémica suscitada en torno a la estrategia de vacunación para las personas menores de 60 años que ya han recibido una primera dosis de AstraZeneca, un asunto controvertido, que ha generado incertidumbre y también malestar en muchos de los afectados, y sobre el que el Ejecutivo autonómico sigue sin definir cuál es su propuesta.

Bingen Zupiria se limitó a pedir «paciencia» y «tranquilidad», y aunque admitió que la situación de quienes han recibido esa primera dosis «es complicada», y dijo que «hay que dar una solución» a este asunto, ante la pregunta de quién debería solucionarlo respondió que no le corresponde a él decirlo.

Con el Gobierno de Iruñea, igual que todas las comunidades gobernadas por el PSOE, haciendo un seguidismo tan claro como discreto de la pauta marcada por el Ministerio de Sanidad, sorprende la respuesta del portavoz de un Ejecutivo que durante toda la pandemia ha exigido cogobernanza y ha reprochado al Gabinete de Pedro Sánchez el modo centralizado en que se toman las decisiones.

Retraso de dos semanas

En este caso, algunas comunidades ya han manifestado públicamente su preferencia por administrar una segunda dosis de AstraZeneca, atendiendo a la recomendación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), y el pasado miércoles, la consejera de Salud de Lakua, Gotzone Sagardui, advirtió de que si finalmente se decide que las personas que recibieron un primer pinchazo de AstraZeneca reciben el segundo de Pfizer, sería «prácticamente imposible» dar primeras nuevas dosis de esta marca durante dos semanas.

Esas palabras parecían apuntar a que la opción de su departamento era completar la pauta con AstraZeneca, sin embargo, no hay una posición oficial al respecto. Sagardui señaló que en el Consejo Interterritorial de Salud su postura se iba a guiar por «criterios científicos, la garantía de seguridad y el máximo de beneficio», pero aún se desconoce en qué se va a concretar eso.

Ayer, Zupiria declaró que Lakua expresa sus opiniones desde el inicio de la pandemia «en los órganos correspondientes», y que ha hecho un esfuerzo por «no generar más confusión y no echar más gasolina a los fuegos que se están encendiendo».

También señaló que se deben «tomar las cosas con perspectiva», pues se está viviendo un «momento muy complicado en vivo y en directo». «Es un buen momento para que los que tenemos la duda de cuál será la segunda dosis que nos van a poner tengamos esa perspectiva y hagamos las cosas con tranquilidad», sostuvo ante los medios.

Firmar un consentimiento

El portavoz de Lakua dijo «suponer» que la gente hará «lo que ha hecho siempre, que es seguir los consejos sanitarios que se den y cumplir con lo que se diga». Lo que ocurre es que los mensajes que le llegan a la ciudadanía son contradictorios y no hay pauta clara de actuación.

Ejemplo de ello es la decisión adoptada en el Consejo Interterritorial de que sean los propios afectados los que decidan en última instancia si quieren que se les administre una dosis de AstraZeneca o de Pfizer. Es una responsabilidad que no debería recaer sobre ellos, pues no tienen por qué saber qué opción es la más adecuada desde un punto de vista estrictamente sanitario.

Además, las personas que rehúsen recibir la vacuna de Pfizer y opten por la de AstraZeneca tendrán que firmar un consentimiento informado, con lo que eso implica, cuyas condiciones debe fijar el Comité de Bioética.

Ese organismo prevé enviar hoy al Ministerio de Sanidad su opinión, que no es vinculante, sobre si es correcto dar una segunda dosis de AstraZeneca a los menores de 60 años que recibieron una primera y, en ese caso, cómo debería ser el documento que les tocará firmar.

El Ministerio que dirige Carolina Darias sostiene su decisión de cambiar a Pfizer en el estudio CombiVacs, que ha sido cuestionado por la comunidad científica, entre otros motivos, porque en el mismo han participado unas seiscientas personas, de las que doscientas recibieron placebo. Es una muestra muy pequeña si lo que se quería descartar eran los episodios trombóticos que en el caso de las vacunas de AstraZeneca se han detectado a razón de cuatro por millón o incluso en un menor porcentaje.

 

Patenteak altxatzeko eskatu du Europako Parlamentuak

Indiak eta Hegoafrikak abiatutako bidetik, covid-19aren kontrako txertoen patenteak behin-behinean bertan behera uzteko eskaria egin dio Europako Parlamentuko batzarrak Europar Batasunari. Aldeko 293 botorekin, kontrako 284rekin eta 119 abstentziorekin atera zen aurrera eskakizuna atzo, hiesaren inguruko ebazpen bati Ezkerreko taldeak aurkeztutako zuzenketa baten bidez.

«Garatze bidean diren herrialdeek» txertoak eskuratzeko «aukera berak izateko beharra» aipatzen da onartutako testuan, botika horiek jende guztiarengana azkar ailegatu daitezen. Horretarako, Indiak eta Hegoafrikak Munduko Merkataritza Erakundearen aurrera eraman zuten egitasmoa babestu behar dela uste dute eurodiputatuek. Horiek horrela, aldi baterako behintzat koronabirusari aurre egiteko txerto, lantalde eta tratamenduen jabetza intelektualerako eskubidea baliogabetzeko eskatu du Europako Parlamentuak. Botika enpresei, aldiz, ezagutza eta datuak partekatzeko deia egin die, Osasunaren Mundu Erakundearen barrenean horretarako ezarrita dagoen bidea jarraituz.

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