Raimundo Fitero
DE REOJO

Avión

El caso del avión malayo se está convirtiendo en una contrapublicidad universal. ¿Miedo a volar? Pánico. ¿Puede desaparecer un avión así, sin dejar rastro? Es la gran no noticia de cada informativo. Algo así como una juez Alaya, la exagerada, pero justo al revés. Poner fianzas de cientos de millones de euros no sirve para nada, solamente para salir en los noticiarios cada día. Y esta juez modelo parece tener una afición a la presencia en los medios que debería ser mirado con condescendencia. ¿Forma parte orgánica la jueza de los eres andaluces de la estrategia de publicidad del PP?

A lo que íbamos. Desde que despegó el famoso avión Boeing 777, hasta la fecha, hemos sido asediados por una media docena de hipótesis, pero todas, desde las más imaginativas y peregrinas a las más conservadoras y prudentes, lo único que hacen es provocarnos dudas y resquemores sobre la fiabilidad de la navegación aérea. Si es cierto que en el avión viajan dos individuos con pasaporte falso, ¿qué mensaje nos están lanzando? Lo único que sucederá es que a los viajeros habituales les tocarán un poco más los nervios, se producirán más colas, se tensarán las medidas de seguridad y todo por una sospecha o una negligencia.

Lo que hasta este momento estamos descubriendo es que al igual que el material antidisturbios de todas las policías es igual, o muy similar, la tendencia de las autoridades de todos los gobiernos en mentir, lanzar globos sondas, marear la perdiz, forma parte de una manera de comunicación con la sociedad en la que lo que menos interesa es la verdad, sino el horario de los informativos. Hay que decir algo, aunque sea inventado. Y es lo que está pasando, y debe entenderse que los familiares de los pasajeros deben estar preocupados con el destino de sus allegados y con un cabreo monumental contra la compañía, las autoridades incompetentes, los sistemas infalibles de control por radar o por GPS, los satélites que dicen que nos miran los bolsillos cuando paseamos por el Boulevard y toda esa propaganda del Gran Hermano que nos vigila, pero que es incapaz de darnos una pista fiable en este suceso. Se está desmontado un poco el tinglado. ¿Aparecerá el avión?