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El número dos del presidente francés Hollande, en la picota

El brazo derecho del presidente francés, Jean-Pierre Jouyet, concentra las críticas por su papel en un affaire que implical exdirigente de la derecha François Fillon para quien trabajó, casualidad, como ministro.

Secretario general del Elíseo, Jouyet está acusado de haber filtrado a la prensa que Fillon le pidió en el transcurso de una comida en junio que acelerara las investigaciones judiciales contra el expresidente Nicolas Sarkozy, uno de su rivales para las presidenciales de 2017.

Fillon ha desmentido este extremo y amenaza con acusar por difamación a su exministro.

En sus declaraciones a dos periodistas de «Le Monde», Jouyet asegura que habló con el presidente, François Hollande, sobre la supuesta petición de Fillon, a la que el inquilino del Elíseo se habría negado.

Hollande, amigo personal de Jouyet -compartió con él la etapa de estudiante en la Escuela Nacional de Administración (ENA) no se ha pronunciado hasta el momento sobre esta crisis.

Sarkozy acusa

Sarkozy apunta directamente a Hollande, como el origen del nuevo escándalo que amenaza con reavivar la guerra interna en la derecha.

«Le Parisien» reveló ayer, citando a una persona del entorno de Sarkozy que pidió el anonimato, que este sostiene que es Hollande el que directamente filtró a la prensa la conversación mantenida en junio sobre el anterior jefe del Estado entre Jouyet y Fillon.

Según esa fuente, Sarkozy sospecha desde hace meses que Hollande ha montado en el Elíseo «un gabinete negro» cuyo cometido es tratar de ponerle todas las zancadillas posibles en su vuelta a la primera línea política Sarkozy evitó ayer abordar si Fillon presionó a Hollande e insistió en que no va a polemizar con los miembros de su familia política suyos porque ha optado por «ignorar, en interés del país, esta marea de barro».