Conforme nos acercamos a las elecciones municipales y forales de mayo, el ambiente político se calienta en Nafarroa y se perfilan con mayor claridad las claves para una victoria alternativa: movilización masiva de las gentes contrarias al régimen, suma de personas que en los últimos años de un modo u otro se han identificado con el marco pero ahora apuestan por un cambio de ciclo, y capacidad de los agentes políticos del cambio para articular sus fuerzas de modo eficaz.

Sería una ingenuidad pensar que los gestores del régimen van a retirarse sin entablar combate. Lo están haciendo y van a seguir en la misma dirección recurriendo a todos los resortes para impedir que las fuerzas que apuestan por el cambio enganchen con estos desencantados. Y en este contexto debemos situar las lecturas de la victoria de la lista encabezada por Laura Pérez en la pugna interna que ha vivido Podemos en Nafarroa.

Hay quien ha hablado de triunfo del sector «pro-bildu» sugiriendo, desde una lógica tan simple como estrecha, que esta debiera ser una magnífica noticia para EH Bildu. Dado el sistema de votación utilizado, han llegado incluso a presentar el resultado como una maniobra orquestada por EH Bildu para garantizar que se impusieran los más cercanos a sus tesis. Claro que también se ha apuntado que agentes del régimen habrían movilizado recursos contra Bosch, porque creen que un Podemos presentado como copia ligth de EH Bildu será menos atractivo para los sectores desencantados en los últimos tiempos con la Navarra oficial.

Lo cierto es que quieren empujar a Podemos a competir por un mismo caladero de votos con el resto de fuerzas progresistas y especialmente, con EH Bildu. Y habrá que ver si la trampa funciona o no.

Es la tentación de la pesca de piscifactoría, a la que se aficionaron en su día tanto Nafarroa Bai como Geroa Bai. En lugar de lanzarse a la corriente es mucho más cómodo aprovechar el trabajo que otros han realizado durante décadas para construir espacios alternativos y echar ahí la caña. Por eso, si de verdad queremos un cambio de ciclo, a pescar hay que ir al río, para sumar más fuerzas.

Las huestes del régimen están ya evidenciando sus estrategias de defensa, y en esta batalla ser más inteligentes es ser más fuertes.