La Policía española ha permanecido varias horas en el interior de la sede de Método 3, en el número 520 de la Avenida Diagonal, donde ha iniciado esta tare el registro de las dependencias.

Después de que algunos de los detenidos ayer -sin orden judicial, según se ha sabido hoy- confesaran haber grabado, por orden de sus superiores, la reunión entre la líder del PP, Alicia Sánchez-Camacho, y la examante de Jordi Pujol Ferrusola -hijo mayor del expresident- la Policía estaría buscando ahora los dossieres e informes elaborados por la agencia, alguno de los cuales habría desaparecido. El caso, más enrevesado cada día, dio ayer un giro con la detención de los cuatro detectives, así como con la insinuación de uno de ellos, que señaló que Sánchez-Camacho estaría al tanto de la acción de la agencia. Algo que la líder del PP catalán ha negado tajantemente esta mañana. Si se confirmarse, la grabación dejaría de ser delito, ya que una de las personas afectadas habría dado su consentimiento.

Pero delito o no, el caso de espionaje sobrepasa con creces la acción de una particular agencia de detectives, ya que alguien fue el que encargó dichas investigaciones. ‘El Mundo’ señaló que el encargo de grabar a Sánchez-Camacho provendría del PSC -algo que los socialistas han negado-. En días posteriores también salió a la luz el supuesto seguimiento al ex conseller de Interior y actual conseller de Industria, Felip Puig, que habría sido encargado por personas de su mismo partido político, Convergència Democràtica de Catalunya. CDC negó tajantemente dicho extremo y aseguró que se trata de una operación para frenar el proceso soberanista.

En este sentido, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida reclamó ayer que el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz, explique en la Comisión de Gastos Reservados la relación del CNI con Método 3, al considerar que no es casual que el contenido de la reunión entre Sánchez-Camacho y la ex amante de Pujol Ferrusola -los viajes a Andorra con grandes cantidades de dinero- fuese una de las informaciones aparecidas a lo largo de la reciente campaña electoral catalana. Sanz ha negado hoy cualquier vinculación del CNI con Método 3 y se ha mostrado dispuesto a comparecer ante la Comisión parlamentaria.

Figuras políticas como José Montilla, Josep Lluis Carod Rovira o Joaquín Almunia, entre otros tantos, también habrían sido víctimas de un caso espionaje cuya investigación el conseller de Interior ha pedido hoy que sea traspasado al cuerpo de los Mossos d'Esquadra.

Este caso, sin embargo, trasciende más allá de las fronteras catalanas. Ayer se conoció una reunión al más alto nivel de la cúpula policial para investigar los hechos -que desencadenó las detenciones-. Quizás en parte porque, según se ha publicado, la propia cúpula del ministerio de Interior pudo haber sido grabada en el mismo restaurante barcelonés en el que se reunieron Sánchez-Camacho y la ex amante de Pujol Ferrusola.

Fuentes de Interior citadas por varios medios han desmentido esta mañana tal extremo, al asegurar que no han encontrado indicios de que la reunión del titular del Ministerio, Jorge Fernández Díaz, el secretario de estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, y otros altos cargos fuese objeto de seguimiento.