El fiscal superior de Catalunya, Martín Rodríguez Sol, ha presentado esta tarde su dimisión después de reunirse con el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, quien ha aceptado el cese del fiscal, después de que ayer iniciase el expediente de destitución por la polémica surgida a raíz de unas declaraciones en las que Rodríguez Sol consideraba «legítima» la aspiración de los catalanes a convocar una consulta sobre su futuro, aunque dejaba claro que el marco legal actual no permitía su realización.

El expediente abierto por Torres-Dulce se ha encontrado este martes con la oposición de todos los partidos catalanistas, que han criticado su decisión y han mostrado su apoyo a Rodríguez Sol, empezando por el mismo president de la Generalitat, Artur Mas, quien ha lamentado que «si un general amenaza con el ejército, no pasa nada, pero si alguien pide respeto a la voluntad del pueblo, se le expedienta».

El fiscal superior de Catalunya, que permanecerá en el cargo hasta que haya sustituto, ha contado también con el apoyo de muchos otros fiscales, así como jueces, que han mostrado su estupor ante la decisión de Torres-Dulce. Fue el caso, entre otros, de la Unión Progresista de Fiscales o de Jueces para la Democracia.

Desde el Gobierno, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que el ejecutivo no interferiría en la decisión del fiscal general. Algo que no ha convencido al Govern catalán, cuyo conseller de presidencia y portavoz, Francesc Homs, culpó al PP de estar detrás de la decisión de Torres-Dulce y lo instó a desmentir la supuesta reunión que habrían mantenido ayer el fiscal general, de Cospedal y Gallardón para abordar el tema.