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LONDRES

La mayoría de la clase política elogia la figura de Thatcher

El fallecimiento de Margaret Thatcher ha suscitado numerosas reacciones entre la clase política internacional, que mayoritariamente ha elogiado a la ‘Dama de Hierro’. Benjamin Netanyahu ha resaltado su amistad con Israel, mientras que Barack Obama la ha calificado de «campeona de la libertad». Gerry Adams (Sinn Féin) ha sido una de las pocas voces críticas.

El ex primer ministro laborista británico Tony Blair ha calificado a Margaret Thatcher de «imponente» figura política que tuvo un «vasto impacto global».

«Muy pocos líderes logran cambiar no solo el panorama político de su país sino el del mundo entero», ha señalado en un comunicado Blair, para quien la ‘Dama de Hierro’ era «una verdadera líder».

El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, ha expresado hoy sus condolencias por el fallecimiento de la ex primera ministra británica y ha destacado que «será recordada tanto por sus contribuciones como por sus reservas» hacia la Unión Europea (UE).

Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha marcado distancias con la ideología de Thatcher pero ha reconocido su «importancia histórica» y ha resaltado el empuje de la ‘Dama de Hierro’, quien «demostró que los políticos todavía tienen la capacidad de ser una fuerza para el cambio».

La canciller alemana, Angela Merkel, la ha calificado como «una de las destacadas personalidades con liderazgo en la política mundial de su tiempo» y ha dicho que «jamás» olvidará «su contribución a la superación de la división de Europa y al fin de la Guerra Fría».

Ha destacado, además,que Thatcher «sirvió de ejemplo a muchos al tener éxito como mujer en el cargo democrático más importante en tiempos en los que esto todavía no era algo tan obvio».

El presidente francés, François Hollande, ha declarado que la ex primera ministra británica mantuvo una relación «franca y leal» con el Estado francés y que «supo entablar con François Mitterrand un diálogo constructivo y fructífero». Con su muerte, ha dicho, desaparece una «gran personalidad».

Su homólogo español, Mariano Rajoy, ha elogiado la «determinación, coraje, visión de futuro y voluntad reformista» de Margaret Thatcher, «uno de los dirigentes políticos más importantes del siglo XX».

El último presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, ha calificado a Thatcher de «sorprendente» y ha destacado que durante su Gobierno se produjo un cambio en la «atmósfera de las relaciones» entre la Unión Soviética y Occidente.

Ha definido el inicio de su relación diplomática con la ex primera ministra como «complicado», aunque ambos bandos fueron «serios y responsables». «La relación personal al final tomó forma, convirtiéndose en cada vez más amistosa. Al final, conseguimos llegar a un entendimiento común y eso contribuyó a cambiar la atmósfera entre nuestro país y Occidente y al fin de la Guerra Fría», ha comentado.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la ha recordado como una «campeona de la libertad» y una «verdadera amiga» que defendió «sin complejos» la alianza entre el Gran Bretaña y Estados Unidos y «supo que con fuerza y determinación se podía ganar la Guerra Fría y extender la promesa de la libertad».

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha lamentado la muerte de la exjefa del gobierno británico, a quien ha definido como «una firme amiga de Israel y del pueblo judío». «Fue una gran líder, una mujer de principios, decisiva, fuerte, una gran mujer», ha afirmado.

Crítica de Gerry Adams

El presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, ha sido uno de los pocos que ha alzado una voz crítica hacia la ‘Dama de Hierro’, al criticar que «hizo mucho daño al pueblo irlandés y al pueblo británico durante su época como primera ministra».

«Aquí en Irlanda su compromiso con antiguas y draconianas políticas militares prolongaron la guerra y causaron un gran sufrimiento», ha lamentado, al tiempo que ha recordado que Thatcher será recordada especialmente por su «vergonzoso» papel durante las huelgas de hambre de presos del IRA en 1980 y 1981 en la cárcel norirlandesa de Maze.

«Sus esfuerzos fallidos por criminalizar la lucha republicana y a los prisioneros políticos es parte de su legado», ha manifestado.

El dirigente republicano también ha censurado la política interior y exterior de la hasta ahora única mujer que ha sido primera ministra en Gran Bretaña, donde «las comunidades de clase obrera fueron devastadas debido a sus políticas».