El presidente estadounidense, Barack Obama, ha valorado desde la Casa Blanca las explosiones que causaron ayer la muerte de tres personas y dejaron un saldo de más de 170 heridos en Boston.

Ha señalado que la Oficina Federal de Investigaciones investiga este caso como «un acto de terror». «Lo que no sabemos es quién lo llevó a cabo, no sabemos si fue un grupo extranjero o interior, o si fue la acción de un individuo», ha agregado.

Ha añadido que siguen movilizando y desplegando «todos los recursos policiales apropiados para la protección de nuestros ciudadanos».

«Éste fue un acto despreciable y cobarde», ha continuado el presidente. «Cada vez que usan bombas para atacar civiles inocentes, es un acto de terror», ha sentenciado.

El FBI extiende «a nivel mundial» su investigación

El FBI ha anunciado que convertirá en internacional la pesquisa sobre las explosiones ocurridas en el maratón de Boston y ha asegurado que no se recibieron amenazas previas al ataque.

Los agentes federales se trasladarán «a donde quiera que les lleven las pistas» para esclarecer lo ocurrido.