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Bogotá

Mensajes de Tutu y Pérez Esquivel inaugurarán el foro político para la paz en Colombia

Los mensajes del presidente de Uruguay y exlíder de la guerrilla tupamara, José Mujica, y de los Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y Desmond Tutu, entre otras personalidades, abrirán el domingo el foro sobre la participación política en el proceso de paz de Colombia.

El director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz de la Universidad colombiana, Alejo Vargas, que organiza esta cita junto con la ONU, ha dicho que «en este momento hay muchas miradas de la comunidad internacional puestas en Colombia».

Esa atención se traduce en estos mensajes que también enviarán a los participantes la presidenta de Liberia y premio Nobel de la Paz de 2011, Ellen Johnson-Sirleaf, y el expresidente de Costa Rica y Nobel de la Paz, Óscar Arias.

Con estas aportaciones comenzará el foro que entre el domingo y el martes próximos congregará a partidos políticos y movimientos sociales para elaborar propuestas sobre la participación de grupos armados en política tras una eventual firma de la paz en Colombia.

Los negociadores del Gobierno y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) encargaron a la ONU y a la Universidad Nacional la organización de este foro para recoger el sentir de la sociedad civil y trasladarlo después a la mesa de negociaciones en La Habana, inaugurada en noviembre.

«Vamos a dar un peso importante a la experiencia internacional para forzar o reforzar en la sociedad la idea de que el caso colombiano no es el único, es uno más de casos de transiciones de conflictos a situaciones de posconflicto, y ha conllevado a muchos países a que grupos armados pasen a convertirse en grupos políticos», ha adelantado Vargas.

Protagonistas de los procesos de El Salvador, Sudáfrica, Filipinas y Uruguay presentarán sus experiencias en el foro, que cerrará el obispo colombiano Leonardo Gómez Serna, premio nacional de Paz de 2010.

Las FARC y el Gobierno colombiano ultiman en La Habana los detalles del acuerdo sobre el primer punto de la agenda, que es el problema de la tierra, y se disponen a comenzar a discutir las fórmulas de participación de los guerrilleros en política.