En una rueda de prensa ofrecida este viernes en la Casa de Cultura de Bermeo cuando se cumplen seis meses del siniestro, Bideguren ha recordado que la declaración de zona catastrófica permitiría al Ayuntamiento, gobernado por Bildu, y a los vecinos afectados el acceso a ayudas económicas en un momento de gran necesidad.

De igual forma, la alcaldesa ha solicitado a la Diputación de Bizkaia que confirme la concesión de una ayuda que se comprometió a otorgar para la rehabilitación del edificio, que permanece vacío –el personal municipal ocupa ahora la Casa de Cultura– tras resultar muy afectado por el fuego.

La regidora ha destacado que el Consistorio tramita la redacción del proyecto para que, si se concede esta subvención, las obras puedan comenzar el próximo año y finalizar en 2015.

«Es una obra importante y en las instituciones todo el mundo tiene problemas económicos. Nosotros necesitamos salir de esta situación, que es excepcional», ha apuntado.

La alcaldesa, que ha destacado la «gran colaboración institucional» que se ha mantenido en estos seis meses para tratar de hacer frente a los daños ocasionados por el fuego, ha afirmado que «aún queda mucho por hacer» para recuperar el casco viejo, asolado por las llamas.

Ha dicho que los trabajos de rehabilitación de diez de los once edificios afectados están ya en marcha y solo queda iniciar la reedificación del inmueble donde se declaró el fuego, que resultó derruido y en el que continúan las labores de investigación de las causas del siniestro.

De igual forma, ha destacado que los vecinos realojados en viviendas forales tienen de plazo hasta diciembre para permanecer en estas casas.

A finales de año, se estudiará la situación personal de cada familia y su patrimonio para determinar si pueden continuar en estas viviendas o si se les da opción de compra o alquiler.

Pese a que no ha podido poner un plazo para la rehabilitación integral de la zona del casco viejo afectada, la alcaldesa se ha mostrado «optimista» y ha dicho que «es cuestión de tiempo».

Respecto a la situación personal de los vecinos desalojados, ha confesado que ha sido «muy dura» y ha explicado que, durante los tres primeros meses, el Ayuntamiento ofreció apoyo psicológico a los residentes que lo requirieron.

En cualquier caso, ha agradecido las muestras de solidaridad de agrupaciones y particulares, que han permitido hasta la fecha recaudar 100.000 euros para la Asociación de Damnificados por el Incendio, que agrupa a setenta familias.