La mujer que ha quedado en libertad había sido detenida por estar en posesión del teléfono móvil de Hodei Egiluz tras su desaparición en la noche del 18 al 19 de octubre.
La mujer, que aseguró haber comprado el aparato y dijo no tener ninguna información sobre el paradero del joven, se entregó voluntariamente al saber que la Policía la buscaba.
Su puesta en libertad, de la que las autoridades no han ofrecido información, se produjo la pasada semana.
La mujer de 45 años era una de las cinco personas que habían sido arrestadas en relación con el caso, todas por estar en posesión de objetos personales del joven, como su teléfono móvil o su cartera.
Su liberación ha sido una de las últimas decisiones de la jueza de instrucción Ilse Claes, que ha sido sustituida como responsable del caso, según varios medios locales.
La investigación sobre la desaparición de Egiluz, que permanece bajo secreto de sumario y de la que han trascendido pocos detalles, sigue adelante en la ciudad portuaria.
Las autoridades cuentan con suficientes indicios para creer que el joven «fue víctima de un hecho criminal» y que por tanto «no desapareció voluntariamente», según afirmó recientemente un portavoz de la Fiscalía.
A comienzos de noviembre la Policía buscó sin éxito el cuerpo del joven en los muelles del río Escalda y sus alrededores, el área del norte de la ciudad donde el joven vasco de 23 años fue visto por última vez.

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