El presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, ha pedido que las protestas antigubernamentales que vive el país desde hace una semana sean pacíficas y se ajusten a la legislación, argumentando que «una mala paz es mejor que una buena guerra».

«Cuando estamos diciendo que estamos construyendo un estado democrático, una sociedad democrática, es importante que todos los miembros de la sociedad observen las leyes», ha reclamado Yanukovich en una entrevista televisiva. «No importa si son representantes del Gobierno, agentes de los cuerpos de seguridad o participantes en estas manifestaciones. Todos deben observar las leyes de nuestro país», ha insistido.

Por su parte, el primer ministro del país, Nikolai Azarov, ha reconocido ante diplomáticos europeos y estadounidenses que la situación está fuera de control en Kiev. «Las cosas han cambiado. Por una parte, no quitamos la culpa de las fuerzas de seguridad, pero por otra, los políticos que están uniéndose a la acción ahora están radicalizando dramáticamente la situación», ha declarado, según la agencia rusa RIA Novosti. «El carácter masivo de la acción se ha vuelto incontrolable o más bien controlado por ciertas fuerzas políticas», ha denunciado.

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha considerado que las protestas «tienen poco que ver con las relaciones entre Ucrania y la UE» y obedecen a intereses de quienes «quieren agitar los procesos políticos internos». El líder del Kremlin ha expresado su esperanza de que «la situación en Kiev se estabilice» y ha recalcado que «Rusia apoyará cualquier elección de Ucrania, sea cual sea».