El tono del encuentro dependerá en gran medida del pacto que hoy logren los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE), que han cerrado a última hora el mecanismo único de liquidación bancaria.

El acuerdo, que debe definir cómo se resuelve la situación de los bancos en dificultades en la UE y que es un expediente extremadamente complejo, es la última gran pieza de la arquitectura de la unión bancaria.

Dando por hecho que el Ecofin ha cerrado los últimos detalles, los líderes tienen previsto dar la bienvenida al acuerdo y trazar el camino para completar de manera definitiva la legislación puesta en marcha para prevenir y responder a futuras crisis financieras.

En el terreno de la coordinación económica, los Veintiocho tratarán de pactar en la cumbre los puntos principales sobre los que se crearán los contratos de reformas que deberán firmar los países del euro a cambio de recibir ayudas financieras.

El objetivo, según el último borrador de conclusiones de la reunión, es que esta nueva figura se defina en junio de 2014.

Esos acuerdos buscan impulsar ciertas reformas consideradas «clave» para la economía de cada uno de los estados.

A cambio de esas reformas, se ofrecerá «solidaridad», por ejemplo préstamos o subvenciones, aunque los detalles de estas ayudas están pendientes de una definición concreta.

Todos estos asuntos serán abordados en la noche de hoy, en una cena de trabajo en la que participará el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.

En la mañana del viernes, los líderes repasarán la puesta en marcha del Pacto por el Crecimiento y el Empleo, y volverán a hacer hincapié en la necesidad de tomar medidas contra el desempleo juvenil.

Defensa

Aunque la economía vuelve a ocupar una gran parte de la cumbre, los Veintiocho han reservado en este ocasión tiempo para revisar su política de defensa, dejada de lado durante la crisis económica.

Será la primera vez desde 2008 en que los jefes de Estado y de Gobierno se ocupen de este ámbito, que tradicionalmente está en manos casi exclusivas de los Estados. Y se abordará, además, con la intervención del Ejército francés en la República Centroafricana como telón de fondo.

Los líderes tendrán una discusión «estratégica», según fuentes comunitarias, sin esperar grandes resultados concretos, pero sí numerosas orientaciones sobre cómo avanzar en los próximos años.

Los Veintiocho tienen voluntad de reforzar su cooperación en materia de defensa.

Bruselas trata de impulsar toda una serie de proyectos de cooperación para desarrollar capacidades consideradas «esenciales» y que los países no pueden desarrollar por sí solos, como drones, tecnologías de repostado en vuelo o satélites de inteligencia.

Ucrania e inmigración

En el ámbito exterior, los líderes discutirán también el viernes la situación en Ucrania, aunque se espera que reiteren su solidaridad con los manifestantes proeuropeos y mantengan la oferta de la asociación a Kiev.

Por último, los Veintiocho tratarán la inmigración y la necesidad de mejorar la gestión de los flujos irregulares, sobre todo tras catástrofes como las ocurridas en la isla italiana de Lampedusa.

La inmigración interna, es decir, dentro de la propia UE, podría ser el asunto sorpresa del encuentro, dado el creciente clima restrictivo en algunos países y, especialmente, los intentos del Gobierno británico por disuadir la llegada de europeos.