Iñaki IRIONDO

El Parlamento retoma con prisa la creación del Instituto de la Memoria

Once meses después de que se aceptara tramitar la creación del Instituto de la Memoria, el Parlamento de Gasteiz inicia mañana los trabajos de ponencia para analizar las enmiendas. Según algunas fuentes, el Gobierno de Urkullu tiene prisa para que se apruebe cuanto antes.

La creación de un Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos fue uno de los legados que quedó pendiente de la pasada legislatura. Incluido en el Plan de Paz del Gobierno de Urkullu, llegó al Parlamento en junio de 2013 de la mano de un acuerdo entre PNV y PSE. En el tránsito, perdió la referencia a los derechos humanos por el camino.

En uno de los primeros plenos del pasado curso, el 3 de octubre de hace ya un año, la Cámara dio curso a la proposición de ley para su debate. Votaron a favor los proponentes -PNV y PSE- y también lo hizo EH Bildu, que se reservó su derecho a enmendar el texto. De hecho, ha presentado 21 enmiendas. Se posicionaron en contra el PP, que calificó la propuesta de «torpe e importuna», y UPyD.

La toma en consideración de la proposición de ley dio lugar a una circunstancia peculiar en las relaciones entre grupos del Parlamento de Gasteiz. La tramitación exige la creación de un ponencia de trabajo y en ella se anunciaba la presencia de todos los partidos. Este hecho contrasta con lo que ocurre en la Ponencia de Paz y Convivencia, a la que nunca acudieron PP y UPyD y de la que se marchó el PSE, alegando que EH Bildu no cumple con lo que consideran requisitos mínimos para trabajar en esta materia. Sin embargo, ahora, para hablar de memoria y convivencia, sí que se anuncia la presencia de todos.

Pero tras la decisión del pleno la creación del Instituto quedó en estado letárgico. Durante lo que quedó de año 2013 los grupos presentaron sus enmiendas -solo lo han hecho EH Bildu y PP- y hubo que esperar al 14 de febrero para que se procediera a la constitución de la ponencia, un acto formal que no duró más que unos pocos minutos.

Ha habido que esperar casi un año, once meses y dos días para ser exactos, para que la ponencia que debe debatir y negociar la proposición de ley de creación del Instituto de la Memoria inicie sus trabajos. Será mañana a las 10.30 de la mañana.

Según algunas fuentes, el Gobierno de Iñigo Urkullu tiene ahora cierta prisa para aprobar la creación del Instituto de la Memoria. Según los tiempos fijados en el Plan de Paz y Convivencia, el Parlamento debía haber culminado sus trabajos en el primer semestre del año, de forma que durante estos meses se iniciara el proceso de constitución y antes de finalizar el curso se proceda a la inauguración.

Además, Lehendakaritza no ha conseguido todavía sacar adelante ninguna iniciativa del Plan de Paz que precisara de acuerdos con otros partidos o instituciones.

Enmiendas

La ponencia deberá abordar las enmiendas presentadas por EH Bildu y PP a la proposición de ley de PNV y PSE.

La coalición independentista propone en primer lugar recuperar el nombre original de Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos. Quiere además que el concepto memoria sea general e inclusivo. Propone que el Instituto no tenga solo un carácter memorial y conmemorativo, sino que realice una tarea de investigación en la recuperación de la memoria. Además, considera que debe ser una institución independiente del Gobierno -del que depende en el proyecto- al estilo del Ararteko.

El PP, por su parte, centra la mayoría de sus enmiendas en reivindicar el papel central de las «víctimas del terrorismo» en todo lo relativo a la recuperación de la memoria, dejando de lado a las víctimas de otras violencias y las del franquismo, que también aparecen recogidas inicialmente.

Con estas condiciones, no será fácil llegar a un acuerdo «entre todas las sensibilidades» como gusta defender al Gobierno de Lakua y el PNV habrá de optar por elegir qué tipo de mayoría quiere para un proyecto de esta trascendencia.

El voto de los «exiliados», dormita en el Congreso

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha delegado en los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados la iniciativa que en su día puso en marcha el Gobierno español para promover que aquellas personas que se marcharon de Euskal Herria alegando la amenaza de ETA pudiesen volver a votar en sus lugares de origen.

Fernández Díaz argumenta que «al final se pensó» tramitar esta cuestión como una proposición de Ley «para que lo presentasen los grupos parlamentarios» y no como un proyecto del Gobierno «porque era deseable el mayor consenso posible».

Según el ministro, la iniciativa «ya está articulada y faltaría la voluntad de los grupos de presentarla y en su caso aprobarla».

Se han cumplido ahora dos años desde que el Ministerio del Interior encargase estos trabajos a veinte expertos de confianza del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. La propuesta abre la puerta a que quienes puedan demostrar haber huido por amenazas de ETA, puedan votar como si estuvieran censados en la localidad de la que se marcharon. GARA

Larga tramitación

La propuesta de PNV y PSE se registró el junio de 2013 y se tomó en consideración por el pleno el 3 de octubre. La ponencia para su debate se constituyó el 14 de febrero y mañana celebrará su primera reunión de trabajo.