Además, Quiroga ha acusado a Urkullu de tener un calendario fijado con el «posible desbordamiento» del Estatuto, en caso de que los números «les cuadren» tras las elecciones municipales y forales de 2015.

La representante del PP ha querido empezar su intervención en el pleno de política general del Parlamento de Gasteiz destacando »algo obvio, que Euskadi es una realidad social, política y económica; y lo es desde hace 35 años. En estos 35 años de democracia, Euskadi se ha desarrollado y fortalecido como nunca en su historia. Hoy, 35 años después, nadie podrá negar que Euskadi tiene el mayor nivel de autogobierno de los pueblos de Europa. Tenemos todo a lo que otros aspiran».

En este sentido, ha indicado que la Comunidad Autónoma Vasca «ha vivido y padecido una infancia y adolescencia ciertamente complicadas, una infancia y adolescencia, traumáticas», con «conductas agresivas, desobedientes y desafiantes, que iban más allá de la rebeldía propia del crecimiento».

A su juicio, ha llegado «el momento de que la política vasca alcance definitivamente la madurez» y supere «la rebeldía y la queja. Tenemos que tratar de convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. Y su Gobierno sigue instalado en la queja, en el no me dejan, en la rebeldía, en la inmadurez».

«Deje ya lehendakari de pensar en España como el culpable y céntrese en lo nuestro, que es mucho y bueno; colabore con el conjunto de España y verá cómo nos va mejor. Le propongo enfocar todo nuestro potencial vasco en dar lo mejor de nosotros mismos y deje a un lado ciertos complejos de superioridad o inferioridad», ha manifestado.

«La identidad vasca no necesita la independencia; la cultura vasca no necesita la independencia; la economía vasca no necesita la independencia; la mayoría de la sociedad vasca no quiere la independencia, y usted lo sabe», ha aseverado.

En este sentido, ha rechazado «la insistencia en dotarse de un Estado independiente. La creencia en que los vascos debamos elegir entre Euskadi y España, porque rsta es una elección que muchos vascos, la mayoría, siempre hemos rechazado. Sentimos lealtad hacia ambas. Deseamos ser vascos y españoles en el orden que queramos, y no necesariamente elegir una única parte de nosotros mismos».

La líder del PP de la CAV ha pedido al lehendakari que «si su proyecto es la independencia», se lo diga «abiertamente a los vascos y siga el camino escocés, pero sígalo de verdad. Primero, plantéelo de forma clara y prioritaria en su programa electoral, sin ambigüedades; después, defienda su postura y desarrolle el necesario debate constitucional; gane la aprobación del Congreso como los escoceses han ganado la del Parlamento de Westminster; y finalmente, desarrolle un debate, una campaña basada en los argumentos, pero siempre desde el reconocimiento de que tan vasco es el que no desea la independencia para Euskadi como el que sí».