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BARCELONA

El ‘New York Times’ sugiere a Rajoy que permita la consulta

En un editorial titulado «Primero los escoceses, ahora los catalanes», el ‘New York Times’ pone en valor el ejemplo democrático del referéndum escocés y lo contrapone a la actitud de Rajoy respecto a consulta catalana.

Catalunya sigue abriéndose paso en la escena internacional. De ello da fe el contundente editorial que publica hoy una de las principales referencias periodísticas del mundo: el ‘New York Times’. En un texto titulado «Primero los escoceses, ahora los catalanes», el diario estadounidense señala que el caso de Escocia «demuestra que si se permite a la gente tener un debate abierto y votar democráticamente sobre la autodeterminación, es posible que opte por quedarse en el sistema de gobierno más amplio». Y a continuación advierte de que «la línea dura de España contra el nacionalismo catalán demuestra lo contrario: si se frustran las ambiciones nacionales, estas se refuerzan, se vuelven más apasionadas y son potencialmente más peligrosas».

El ‘New York Times’, que explica la masiva movilización de la Diada, así como la pregunta formulada en la consulta del 9 de noviembre, destaca la diferencia con la que España y Catalunya observaron el referéndum escocés: «Rajoy no ocultó su oposición a la independencia de Escocia y llegó a sugerir que bloquearía la entrada en la Unión Europea a una Escocia independiente. Los nacionalistas catalanes se centraron en el proceso en sí como prueba de que votar sobre la autodeterminación es un derecho legítimo».

El editorial concluye que «una cosa tan compleja y emocional como la identidad nacional no puede reducirse a una cuestión puramente jurídica, requiere soluciones políticas». Aunque cabe enmendar el texto del ‘New York Times’ en este punto, ya que como ejemplo de solución política, señala que «la larga guerra contra los separatistas vascos acabó solo cuando las dos partes acordaron negociar».

La solución propuesta por el diario estadounidense tampoco convencerá a muchos catalanes, ya que, tras recordar que Catalunya produce el 19% del PIB y recibe solo un 9,5% de los presupuestos, sugiere que «una sólida mayoría votaría por quedarse en España si se siente que recibe una porción justa del pastel económico». Eso sí, considera en todo momento que la única solución al conflicto catalán pasa por las urnas.