El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha comunicado a la canciller alemana, Angela Merkel, y al presidente francés, François Hollande, que Grecia no puede aceptar la propuesta de las instituciones «porque no incluye los puntos en común alcanzados en las negociaciones de los últimos meses».

A juicio del Ejecutivo heleno, la propuesta lanzada por la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo «no tiene en cuenta el proceso de las negociaciones que han tenido lugar en los últimos meses en Bruselas». Unos puntos que sí reflejaría el programa presentado por su Gobierno.

Sin embargo, entiende que las últimas reuniones han ido por buen camino y que «dentro de poco habrá un acuerdo mutuamente beneficioso». La propuesta formulada por Grecia a sus socios incluye ingresos fiscales por un total de unos 1.900 millones de euros, algo más de 1.000 millones menos de lo que piden las instituciones y recoge tres tipos de IVA, el 6 %, el 11 % y el 23 %, en lugar de los dos que proponen los acreedores, el 11 % y el 23 %.

Una de las grandes diferencias entre el plan griego y el de los socios radica en el impuesto sobre la factura de la luz, que el Gobierno sitúa en la tasa media del 11 %, mientras los prestamistas exigen que se aplique el 23 %.

La propuesta de los socios europeo exige, asimismo, recortes en las pensiones, específicamente para pensionistas con rentas bajas. Ante ello, Tsipras ha señalado que «Grecia no va a aceptar propuestas extremas». 

«Todos tenemos que entender que el pueblo griego ha sufrido mucho en los últimos cinco años, y algunos tienen que dejar de jugar a sus espaldas», ha añadido.

Por otro lado, en cuanto al pago, Grecia debía abonar ayer al FMI 305 millones de euros, pero ha conseguido el visto bueno de la entidad financiera internacional para agrupar los cuatro pagos previstos para este mes por valor de 1.600 millones de euros en uno solo con fecha 30 de junio.