El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha anunciado que a partir de la próxima semana se comenzará a detener a aquellos que entren «de manera ilegal» en el país.

Asimismo, ha denunciado que los migrantes y refugiados que están entrando en territorio húngaro «se han revelado contra las leyes del país y se niegan a cooperar» con las autoridades.

Horas antes, las autoridades serbias han confirmado que unos 20.000 refugiados se encuentran en la frontera con Hungría, deseando pasar antes del día, momento en el que entrará en vigor la nueva ley, por la que los refugiados podrían cumplir hasta tres años de prisión si las autoridades húngaras consideran que ha entrado en el país «de forma ilegal».