La sentencia llega después de que el jurado popular declarara a este hombre culpable de dos asesinatos tras el juicio. Además de los 40 años de prisión –20 por cada asesinato–, la Audiencia de Cantabria impone a este hombre la prohibición de acudir a Laredo y de acercarse a los familiares de las víctimas o comunicarse con ellos.
En concepto de responsabilidad civil, deberá pagar 215.116 euros a la madre y esposa de los fallecidos, y 50.615 euros a cada uno de los dos hermanos e hijos, y también deberá resarcir al Servicio Cántabro de Salud por los gastos médicos y hacerse cargo de las costas de la acusación particular.
La sentencia recoge en sus hechos probados que el procesado, vecino de Bilbo, atacó a esta mujer y a su padre, naturales de Laudio, sin que tuvieran posibilidad de defensa, y que no se ha acreditado que cuando cometió los hechos este hombre tuviera mermadas o disminuidas sus facultades cognitivas o volitivas.
De hecho, en el apartado de hechos probados se indica que se ha acreditado que cuando cometió los hechos esta persona tenía sus facultades «plenamente conservadas» y mantenía la capacidad de controlar sus impulsos.