63.000 personas en Bilbo y 8.000 en Baiona, según el recuento habitual de GARA y NAIZ, se han dado cita esta tarde en sendas movilizaciones que se han desarrollado a la misma hora en ambas capitales para exigir el fin de la dispersión carcelaria y la inmediata puesta en libertad de los presos que sufren graves enfermedades.
La movilización que cada principio de año reclama el fin de la cruel política penitenciaria de los estados español y francés se ha celebra por vez primera en dos puntos diferentes de la geografía vasca.
La de Baiona ha arrancado pasadas las 17.15, mientras que la de Bilbo ha esperado hasta las 17.30 para esperar a las personas que se encontraban atascadas en numerosos autobuses en las entradas de la ciudad.
En los actos finales, Xabier Euzkitze y Zuriñe Hidalgo y los representantes de Bagoaz han abogado por «remar juntos y en la misma dirección», más allá de ideologías políticas, en defensa de los derechos humanos de los presos políticos vascos. «Empujemos todos para que se muevan las piedras», han emplazado.

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