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Pausa en Ginebra mientras el Ejército sirio avanza en Alepo

La falta de progresos y la absoluta desconfianza entre las partes han llevado mediador de la ONU en las conversaciones sobre Siria, Staffan de Mistura, a anunciar su suspensión, si bien se negó a hablar de fracaso y pidió una salida a EEUU y Rusia. Mientras, el Ejército sirio lograba una avance clave en Alepo que corta una importante vía de suministro a los rebeldes.

El enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura, anunció ayer la suspensión de las conversaciones sobre la guerra en Siria hasta el 25 de febrero, debido a la falta de avances. «He llegado a la conclusión de que, después de la primera semana de conversaciones preparatorias, hay mucho trabajo por hacer», explicó. De Mistura pidió a EEUU y Rusia que ayuden a desbloquear la situación y se reúnan inmediatamente para abordar las cuestiones pendientes.

Aun así, rechazó hablar de fracaso: «Entramos en una pausa temporal. Esto no significa el fracaso de las negociaciones. Las dos partes han insistido en que quieren empezar a conversar».

Damasco insiste en que no tiene interlocutores serios y espera saber qué grupos se sientan a la mesa, ya que considera a varios de ellos «terroristas». Por ello, estimó que la negociación –prevista para seis meses– va a durar más de lo previsto.

Por su parte, la oposición rehúsa entrar de lleno, pero tampoco quiere aparecer como la causa del fracaso. Ayer afirmó que no volverá a la mesa de negociación hasta que sus demandas humanitarias –cese de bombardeos, levantamiento de asedios y liberación de presos– sean atendidas.

De Mistura había advertido previamente de que «si hay un fracaso aquí, no habrá esperanza». Hace dos años ya encalló otro intento de negociación en Suiza y ahora «el nivel de confianza entre las dos partes está próximo a cero», explicó el mediador de la ONU.

EEUU y el Gobierno francés culparon a la ofensiva del Ejército sirio y a los bombardeos rusos de la interrupción del proceso de Ginebra. Y es que, mientras el «diálogo» se estancaba, el Ejército sirio lograba un avance clave sobre el terreno al romper el asedio en torno a las localidades de Nubul y Al-Zahra, en el norte de la provincia de Alepo y rodeadas por el Frente al-Nosra, filial siria de Al Qaeda. Unidades militares, apoyadas por milicias progubernamentales, Hizbulah y por los bombardeos aéreos rusos, rompieron el cerco en esas dos poblaciones, que ha durado más de tres años.

Además, la ofensiva ha cortado la principal ruta de aprovisionamiento de los rebeldes desde Turquía.

Se trata del mayor éxito del Ejército sirio en Alepo desde el comienzo de los combates en esta provincia.

Rusa seguirá bombardeando

Por otro lado, Rusia no piensa parar su intervención militar en Siria «hasta haber vencido realmente a los grupos terroristas». «No veo por qué los bombardeos deben parar. Los bombardeos aéreos rusos no pararán hasta que hayamos vencido realmente al Estado Islámico y al Frente al-Nosra», afirmó el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov. La intensa campaña de bombardeos que Rusia lleva a cabo desde el 30 de setiembre ha permitido al Ejército sirio, que se encontraba estancado, importantes avances, como el logrado ayer mismo en Alepo.

Con la declaración de Lavrov, Moscú rechaza implícitamente una de las demandas de la oposición siria en Ginebra.

«Esperar que las condiciones en forma de ultimátums ayuden a solucionar los problemas constituye una política de corta visión y sin futuro», aseguró Lavrov. «Personas caprichosas que empiezan a plantear exigencias que no tienen nada que ver con los principios» que deben regir las conversaciones de paz, añadió el ministro ruso, quien estimó que un cese el fuego debe pasar por el fin del contrabando a través de la frontera turco-siria, que avitualla a los combatientes».