Arantxa MANTEROLA
BAIONA

Votan la moción de censura de la derecha contra el Gobierno de Valls

Tras el intento baldío de los diputados críticos del PS y otros de presentar una moción de censura contra el Gobierno por haber recurrido al artículo 49.3 para sacar adelante la reforma laboral, hoy se votará la de LR y UDI. Es improbable que prospere ya que los electos socialistas no se alinearán a la derecha para tumbar a su Gobierno.

A pesar del enfado producido por la actuación del Gobierno de Manuel Valls al haber optado por el decretazo para implantar la reforma del Código de Trabajo, los diputados socialistas críticos junto con otros de izquierda y ecologistas no llegaron a alcanzar el número suficiente requerido para poder presentar una moción de censura al Gobierno.

Eso sí, no se quedaron lejos ya que precisaban recabar el apoyo mínimo de 58 parlamentarios (el 10% de los diputados) antes de la hora tope para poder presentarla (16.30) y se quedaron a falta de dos. En consecuencia, la que se discutirá hoy a la tarde en la Asamblea Nacional, a partir de las 16.00, será la moción de censura rubricada por los diputados de Los Republicanos y los centristas de la UDI.

No es probable que esta vaya a salir adelante. Para ello sería necesario que obtuviesen la mayoría absoluta de los sufragios, o sea que fuese apoyada por 288 diputados de los 574 que componen en la actualidad la Asamblea Nacional al estar tres escaños vacantes.

Los críticos no osarán

Para que la moción contra el Gobierno del PS prosperase, haría falta, pues, que el resto de grupos, incluidos los no inscritos, se alineasen a ella. El Front de Gauche anunció ayer que lo hará pero aun así, sumarían 282. Salvo que algunos de los diputados críticos socialistas osen traspasar la barrera, algo por lo que serían excluidos del partido como lo advirtió el presidente del grupo socialista Bernard Le Roux, y que por lo declarado por ellos mismos no ocurrirá, la moción no se aprobará.

Las dos diputadas vascas, Colette Capdevielle y Sylviane Alaux, contrarias al proyecto de ley El Khomri desde el principio pero que esperaban poder mejorar a través de enmiendas en el debate parlamentario, ya manifestaron ayer que no votarán la moción de censura de la derecha si bien lamentan que el Gobierno haya echado mano de la cláusula constitucional que permite implantar una ley esquivando el debate parlamentario. En cambio, Jean Lassalle, el diputado centrista de la circunscripción vasco-bearnesa, sí lo hará.

Tanto el primer ministro Manuel Valls como la propia ministra de Trabajo Myriam El Khomri aseguraron no temer que se dé un escenario en el que diputados de su propio partido colaboren con la derecha en el derribo de su gobierno. «Sería algo inconcebible» manifestó la ministra.

Brecha más profunda

El presidente Hollande justificó el haber recurrido al dispositivo excepcional y tan criticado por él mismo en el pasado cuando fue utilizado por los gobiernos de derechas. «Era conveniente hacerlo porque había una minoría que bloqueaba la adopción de esta ley a pesar de las propuestas alternativas que se habían realizado» dijo ayer en la reunión del Consejo de Ministros, según trasladó el portavoz Stéphane Le Foll.

Sea como fuere, y aunque la moción de censura no alcance hoy los apoyos necesarios, ha quedado en evidencia que la brecha entre electos socialistas –y no solamente los conocidos como «frondeurs»– y el gobierno se ha abierto aún más. Y ello a menos de un año de las elecciones presidenciales.

 

La indignación por la imposición de la ley se plasmará en la calle

Sindicatos de estudiantes y trabajadores que llevan semanas exigiendo la retirada del proyecto de ley saldrán de nuevo a las calles hoy, todavía más enojados por la imposición de la reforma mediante el controvertido artículo. En Baiona, la cita es a las 10.30 en la plaza Saint Ursule.

El antidemocrático modus operandi del gobierno ha hecho que los ánimos se crispen aún más y siete sindicatos (CGT, FO, FSU, Solidaires, l'Unef, l'UNL y Fidl) ya han apelado a sus bases a «dos nuevas jornadas de huelgas y movilización» para los días 17 y 19 de mayo y a «otro tipo de iniciativas». No descartan organizar una manifestación nacional.

Además, el conflicto que en estos momentos enfrenta a trabajadores y dirección de la SNCF por la nueva reestructuración del sector, podría echar aún más leña al fuego ya que están anunciadas nuevas huelgas a partir del próximo 16 de mayo.

Movimientos ciudadanos como Nuit Debout también incrementarán sus protestas. De hecho, nada más saberse anteayer que el gobierno hizo pasar la ley por decreto, cientos de personas se concentraron ante la Asamblea Nacional y hubo incidentes con la Policía.

Por su parte, el sindicato CFDT también ha deplorado que se haya echado mano del 49.3 «porque no es un buen método» pero, satisfecho en gran medida por las modificaciones realizadas al texto, sigue sin adherirse a las movilizaciones.A. M.