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BILBO

Las trabajadoras de las residencias inician un mes de huelga «en primera línea de lucha» feminista

Las trabajadoras de las residencias de Bizkaia, «en primera línea de lucha» junto al movimiento feminista, han dado comienzo este miércoles a cuatro semanas consecutivas de huelga, que se suman a las 100 jornadas de paro promovidas hasta la fecha por el sindicato ELA en el sector.

Acto de las trabajadoras de las residencias de Bizkaia frente al Palacio de la Diputación. (Marisol RAMIREZ/ARGAZKI PRESS)
Acto de las trabajadoras de las residencias de Bizkaia frente al Palacio de la Diputación. (Marisol RAMIREZ/ARGAZKI PRESS)

Tras recorrer la arteria principal de Bilbo al grito de «Diputación solución» o «Mujeres en lucha nadie nos escucha» con el secretario general de ELA, Txiki Muñoz, liderando la marcha, varios centenares de personas se han congregado ante el Palacio de la Diputación para exigir una solución al conflicto a la institución foral, que «financia el 70% de las plazas en los centros de mayores», han recordado desde el sindicato.

La elección del día de hoy para «continuar con la lucha no es mera casualidad», ha dicho la responsable del área de género de ELA, Jone Bengoetxea, quien ha tomado el micrófono en el estrado junto a la trabajadora de residencias Soraya García, y ha reiterado las alusiones ya manifestadas por las trabajadoras, a que la lucha, que está siendo «larga y dura», no se soluciona por su condición de mujeres.

Bengoetxea ha señalado «alto y claro que la precariedad tiene cara de mujer», y así, al carácter «laboral y social» del conflicto que atañe a las empleadas de residencias, ha añadido el de «feminista».

Ha referido a las trabajadoras el «orgullo» que siente el movimiento feminista por el «ejemplo de lucha» que representan, al tiempo que les ha dirigido la máxima de que «los derechos no se piden, se conquistan».

La apuesta por la privatización de lo público es «mucho más sencilla en sectores pensados para mujeres, creados para ellas, como el de residencias», ha opinado Bengoetxea para añadir que «una vez más, los trabajos de cuidados no se valoran», cuando sin embargo, «son indispensables para el sostenimiento del sistema».

La responsable de género de ELA ha apuntado al ente foral, «responsable del servicio», al que ha acusado de «permitir que con dinero de todos los vizcainos sus amigos de las patronales del sector obtengan grandes beneficios», ya que «sigue pagando a las empresas en los períodos de huelga por un servicio que no prestan».

Así, ha hecho referencia, en concreto, a «Sanitas, con 2,1 millones de beneficio en tres años y al grupo Igurko, con 3,1 millones de euros de ganancia en dos años».

«Dignificar» las condiciones

García por su parte ha insistido en que «hace falta dignificar» las condiciones del sector, pues son ya «19 años que el Gobierno vasco y la Diputación ignoran y pasan de las mujeres de residencias», y ha recordado así las demandas de las trabajadoras, que pasan por una mejora de los ratios asistenciales personal/usuario.

Asimismo, reivindican un aumento del salario hasta los 1.200 euros mensuales y la consecución de una jornada de 1.592 horas, «tal y como la tienen cantidad de sectores y a la que nosotras también tenemos derecho para conciliar la vida laboral y familiar», ha declarado.

A punto de consumarse el próximo mes un año de conflicto, García ha valorado la «representatividad, afiliación y organización» del sindicato ELA en el sector, en el que tiene peso mayoritario.

Según ha anotado, en este tiempo, la central ha conseguido subir «de un 66 a un 70% de representación en el sector», y se ha alcanzado «un aumento del numero de delegadas».

«¡Lo estamos haciendo bien, en caso contrario no creceríamos, contagiamos fuerza y nos lo creemos!», ha exclamado ante el aplauso generalizado.

La trabajadora ha anunciado que «van a seguir» en esta lucha, porque están «fuertes».

A las proclamas les han seguido los bertsos y el acordeón con unas líneas musicales en apoyo a la figura de la mujer en el ámbito laboral.