Oihane LARRETXEA

Debate libre y plural de la ciudadanía para la ciudadanía

La iniciativa Guneak Zabaltzen ha sembrado su primera semilla en Donostia. Esta dinámica de diálogo y debate abierto, que parte de la ciudadanía para la ciudad, ha reflexionado sobre temas tan diversos como elementales: vivienda, derechos humanos y cultura, entre otros. En noviembre habrá segunda cita.

La ikastola Aitor del barrio donostiarra de Egia ha sido el lugar en el que personas que no se conocían entre sí se han encontrado este fin de semana, atendiendo la llamada de Guneak Zabaltzen, una iniciativa libre que parte de la ciudadanía y que invita al diálogo, a la reflexión, y al debate también.

Una mesa con café, té y bizcochos caseros nos invitan a tomar asiento, a sentirnos a gusto, y a escuchar y a hablar. De eso se ha hecho mucho a lo largo del fin de semana «fructífero», en palabras de Jon Martín, uno de los impulsores. Según explicaba a GARA ayer, lo que se ha planteado durante los dos días «es la base de la democracia». «Venga mucha o poca gente, ¿a dónde vamos si no se hace?», preguntaba. Lo importante, en su opinión, es hacerlo, agitar pensamientos y conciencias, generar reflexiones en el prójimo. Un participante apuntaba en esa dirección: «me doy por satisfecho si consigo hacer pensar a alguien, y viceversa».

Las jornadas pretendían ser un termómetro de Donostia, tal y como avanzaron, pero los temas abordados, al margen de locales, también han sido globales: vivienda, pérdida de la juventud, turismo, derechos humanos, refugiados, cultura, las diversas violencias…

Martin ve indispensable aglutinar en un espacio común a agentes sociales, asociaciones, personas, para que dialoguen. «Recoger propuestas y aportarlas a la ciudad». Y esa fue, precisamente, una de las cuestiones sobre las que se debatió ayer, la necesidad de crear un espacio público y abierto para interactuar. «La casa de la palabra», propuso un participante, que criticó la falta de disponibilidad de las instituciones.

Hablando de instituciones, algunas fueron interpeladas, también otros espacios, como Tabakalera, cuando se habló de cultura. El informe que ha sido elaborado tras este primer encuentro les será facilitado para que comprueben «que la ciudadanía se mueve y que se está organizando. Que sirva para que se les encienda esa bombilla», expresaba Martin.

El bienestar como partida

El punto de partida fueron los derechos humanos y la dignidad de las personas como la base de todo, poniendo atención en la infancia, un sector muy vulnerable. Preocupados por la desigualdad entre las personas, se propuso profundizar en métodos como el auzolan, el voluntariado y otras iniciativas solidarias. «Todos y todas podemos hacer algo por alguien que tengamos cerca», apuntaron.

En cuanto a los temas locales, quedó constatado que preocupa la carestía de la vivienda y el alto precio de los alquileres en Donostia. Se propusieron nuevas políticas, que sea el Ayuntamiento un agente activo de promotor comprando suelo y edificando más vivienda protegida, así como crear una cooperativa de alquiler y fomentar la cesión de uso.