Oihane LARRETXEA
DONOSTIA

Enriquecer el debate del turismo, necesario más allá del verano

Pasados los meses más intensos del debate, el turismo debe seguir siendo objeto de análisis y reflexión, y en esa dirección ha apuntado Guneak Zabaltzen. La iniciativa civil ha celebrado en Donostia un encuentro monográfico donde la ciudadanía ha aportado sus opiniones desde la diversidad. Puntos en común y otras divergencias que enriquecen el panorama. La vivienda, el bienestar local, y el modelo de turismo han sido algunos de los puntos desgranados.

El verano caldeó el debate sobre el turismo en nuestras ciudades y el otoño parece que lo ha templado, pero conviene no acomodarse y seguir trabajando. El análisis del modelo actual, la reflexión y el diálogo entre sujetos clave como la ciudadanía, la academia, instituciones y agentes del sector ha de seguir su curso. En este contexto se sitúan las jornadas que la iniciativa civil Guneak Zabaltzen ha celebrado este fin de semana en Donostia. A lo largo del último año han convocado otros encuentros, pero este ha sido de carácter monográfico.

La dinámica se basa en plantear temas para su discusión. El modelo de turismo, derechos de la ciudadanía y el turista, el contexto internacional, el decrecimiento, el impacto económico del mismo… fueron algunas de las ideas a debatir en Tokio, Marte, Marbella e Himalaya, los cuatro puntos del aula para encontrarse y opinar.

Vivienda y bienestar

En la ciudad de la Costa del Sol Joxean y Asier hablaron sobre el equilibrio, una raya roja que situaron en el bienestar de la población local. Cuando esta actividad afecta de forma negativa en el día a día de las personas, es que algo no va bien, reflexionaron. Sin obviar que «la mayoría somos turistas que viajan a otros países y lugares del mundo», uno de los participantes rechazó «el frente del no» para «pasar a un plano propositivo». Viajar enriquece, permite aprender otras culturas y conocer personas. También hace posible comprender mejor la historia.

Enumerados algunos de los beneficios, un vecino reconocía que los lemas aparecidos el pasado año contra los turistas pidiendo que se fueran a sus casas «le chirriaron», pero cree que aquello hizo aflorar un debate que existía en los hogares y las cuadrillas. «El debate se ha enriquecido. Ahora toca despiezar toda la información».

Era cuestión de tiempo que se citaran la vivienda y sus precios prohibitivos. Un problema histórico de la capital que en los últimos años se ha agravado. La opinión del daño que en este sentido han hecho los pisos turísticos fue muy compartida. Críticas, por lo tanto, a las personas que han visto en esto una oportunidad de negocio, pese a las consecuencias negativas que conlleva para la ciudadanía. Sobre la futura ordenanza cautela y algo de escepticismo por parte de un joven. «Hasta ahora se ha mirado para otro lado…», justificó, citando los casos de Mayor 18, Legazpi 12 y otras denuncias que han saltado a los medios.

Redes de información y debate

Todos y todas coincidían en otro aspecto: en la importancia de sentarse a hablar y «crear una red de información» entre las partes implicadas y diseñar a su vez una red de acciones conjuntas, así como apoyar otras iniciativas que vayan surgiendo. «Podemos fijar un argumentario básico, y desde ahí comenzar a trabajar. Quizá tenemos pocos puntos en común, pero es algo con lo que poder iniciar el camino», apuntaba Rosália. Dejar de lado el «sectarismo» y abrir la mente fue otra de las propuestas. «Ah, esos no son ‘de los míos’. Dejémonos de historias y participemos».

Las afecciones que esta actividad tienen en la ecología y la cultura también afloraron. Para Mirari, el medioambiente ha de ser otro de los ejes a tener en cuenta; para Joxean la preservación del euskera. Lamenta que el grande pise al pequeño y su presencia se esté degradando. Cartelería en lenguas extranjeras, la misma comida que se puede encontrar en otros países… Cuidar y preservar lo que considera «la memoria del lugar».

«¿Qué queremos atraer?, ¿qué nos gustaría mostrar a quienes nos visitan?… El modelo debe responder a nuestra propia aspiración. Eso es lo que debemos concretar», concluyeron.

 

Falta de transparencia

Sobre el rédito económico se plantearon varias cuestiones. «El impacto del turismo solo se mide en cifras y números, pero creo que la transparencia en este sentido brilla por su ausencia». «¿Genera millones, pero al bolsillo de quiénes van a parar? Creo que la mayoría de la ciudadanía no ve un euro de todo eso», opinó un joven. En qué medida se reinvierte en la ciudad, y cuánto de todo ello se declara al fisco también se cuestionó, al igual que la calidad de los empleos en hostelería y hoteles. «Precariedad laboral y trabajos sin contrato», afirmaron. O.L.