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China saca pecho diplomático al recibir la visita de Kim Jong-un

La visita a Pekín del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, conocida entre especulaciones, supone la vuelta de la diplomacia china al dossier coreano, del que había que dado al margen tras el anuncio de las reuniones de Kim con los presidentes de EEUU y Corea del Sur.

El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, comenzó ayer una visita en Pekín que se lleva a cabo entre rumores y especulaciones sin confirmación oficial. Se trata de la primera visita a China del líder norcoreano que asumió el poder a finales de 2011.

Desde entonces, Kim no había viajado a China, distanciado por el apoyo de Pekín a las sanciones impuestas por Naciones Unidas contra el programa de misiles y nuclear de Pyongyang.

Corea del Norte trata ahora de mejorar la relación. El día 18 de este mes Kim Jong-un felicitó a Xi Jinping por su reelección como presidente de China y decía que esperaba que China alcanzase grandes logros bajo el liderazgo de Xi, lo que se interpretó como un acercamiento entre ambos países.

Por su parte, con esta visita China se hace un hueco en los movimientos diplomáticos en torno a Corea del Norte. Tras el anuncio del encuentro entre Kim y el presidente estadounidense, Donald Trump, en mayo, y con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, en abril, Pekín se había quedado al margen. Y aunque los acuerdos parece remotos, podrían ignorar los intereses chinos en la región, cuando China ha constituido tradicionalmente el actor más cercano a Pyongyang.

El presidente chino ya había mostrado su apoyo a la iniciativa de Corea del Sur de fomentar el compromiso pacífico con Corea del Norte.

El ministro chino de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, aseguró que no se encuentra al corriente de la visita.

La Presidencia de Corea del Sur, por su parte, indicó que «el Gobierno está tratando de comunicarse con diferentes países para supervisar la situación» y, en referencia a las reuniones previstas de Kim con los líderes de EEUU y Corea del Sur, las autoridades surcoreanas indicaron que «la situación está avanzando de forma muy rápida y sería muy poco recomendable tener prejuicios al respecto». En cuanto al portavoz de la Casa Blanca Raj Shah, afirmó que «no pueden aún confirmarse tales informaciones. No sabemos si son necesariamente ciertas». El anuncio de la visita procedía de la agencia japonesa Kyodo, que afirmaba que un tren especial que transportaba a un alto cargo norcoreano llegó ayer a Pekín y fue recibido por una guardia de honor en medio de grandes medidas de seguridad. Un testigo confirmó el inusual despliegue de fuerzas del orden. También la seguridad era muy estricta ante la residencia diplo- mática de Diaoyutai, donde Kom Jong-il se alojaba en sus visitas a Pekín.

 

Una dinastía aficionada a los trenes blindados

El tren que llegó el lunes a Pekín era singularmente similar al que utilizaba Kim Jong-il, con un color verde y franjas amarillas. El padre del actual líder norcoreano, que temía el viaje en avión, utilizaba trenes con fuertes medidas de seguridad en las siete visitas que hizo a China y sus tres viajes a Rusia durante su mandato (1994-2011). Según la versión oficial norcoreana, se encontraba a bordo de un tren para una visita oficial cuando murió en 2011 por una crisis cardíaca. Según la prensa surcoreana, la dinastía Kim dispone de varios trenes especiales casi idénticos, compuestos por dos locomotoras y entre 17 y 21 vagones, que no pueden superar los 60 kilómetros por hora.

Están protegidos por blindajes, y cuentan con teléfonos por satélite y salas de conferencias, según el diario “Chosun”. También transportan vehículos blindados y pequeños helicópteros para casos de urgencia, según la prensa. Por seguridad, tres trenes idénticos se utilizaron en cada viaje de Kim Il-sung, fundador del régimen norcoreano y de su hijo Kim Jong-il.GARA