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Kavanaugh salva el primer voto, pero abre una brecha en los republicanos

La Comisión Judicial del Senado de EEUU aprobó la confirmación del juez Brett Kavanaugh para formar parte del Tribunal Supremo, a pesar del testimonio de la víspera ante los senadores de una de las tres mujeres que lo acusan de agresión sexual. Pero uno de los senadores republicanos pidió una investigación del FBI sobre los hechos como condición para mantener su apoyo en el pleno del Senado que debe confirmar la designación.

El candidato de Donald Trump al Tribunal Supremo, el juez Brett Kavanaugh, logró ayer el apoyo de la Comisión Judicial del Senado de Estados Unidos, en una votación que abre la puerta a la confirmación definitiva en una sesión plenaria en la Cámara Alta.

La Comisión votó al día siguiente del emotivo testimonio de Christine Blasey Ford, una profesora universitaria que acusa a Kavanaugh de agresión sexual hace 36 años y del discurso del propio juez, que rechazó la acusación en un tono desafiante. Otras dos mujeres han denunciado agresiones similares de Kavanaugh.

Los 11 votos republicanos de la comisión se impusieron a los 10 demócratas. Previamente, los republicanos rechazaron posponer la votación, lo que provocó la indignación de los demócratas, que quieren que se amplíe la investigación sobre las agresiones antes de votar la designación del juez. Los demócratas acusaron a los republicanos de ignorar el testimonio de Ford e incidieron en la necesidad de una investigación del FBI.

Para confirmar la votación en el pleno del Senado, los republicanos disponen de una ajustada mayoría de 51 votos frente a 49 demócratas, por lo que no pueden permitirse ninguna discrepancia.

Interpelado en el ascensor

Ayer, el senador Jeff Flake había anticipado su voto a favor de Kavanaugh argumentando que «oí la audiencia de ayer con más dudas que certezas. De lo que estoy seguro es de que nuestro sistema judicial ofrece una presunción de inocencia a las personas acusadas, en ausencia de pruebas verificadas». Poco después fue interpelado por varias mujeres al entrar en un ascensor. «No puedo imaginar que durante los próximos 50 años tengamos a alguien en la Corte Suprema que haya sido acusado de violar a una menor», le lanzó una de ellas. «Usted me dice que mi agresión no cuenta, que lo que me pasó no cuenta y que deja a la gente que hace estas cosas acceder al poder», le dijo otra, víctima de abusos.

Tras la votación, Flake solicitó que la confirmación definitiva se retrase para posibilitar una investigación policial sobre Kavanaugh, y señaló que no podría apoyar al juez sin esta investigación, pero la limitó a una semana de duración.

La unanimidad de la comisión de ayer puede no repetirse en el pleno si a las dudas de Flake se suman otras. La atención se centra en Susan Collins y Lisa Murkowski, dos senadoras republicanas que defienden el derecho al aborto, una cuestión a la que se opone Kavanaugh. También en el campo demócrata senadores que se juegan su reelección en noviembre en estados republicanos podrían orientar su voto según sus expectativas.

De hecho, entre los manifestantes contra Kavanaugh en los pasillos del Congreso se gritaba «Llega noviembre», en alusión a las elecciones de medio mandato, en las que los republicanos se juegan su mayoría.

El Tribunal Supremo de EEUU ejerce un papel de árbitro en cuestiones espinosas como el derecho al aborto, el matrimonio homosexual o la regulación de armas de fuego.