De 450 a 734, en dos días el número de contagios detectados en Hego Euskal Herria ha crecido un 63%. En gran medida, esa subida se puede atribuir a que se empieza a recuperar el ritmo de pruebas diagnósticas realizadas, lo que confirma que durante las fiestas navideñas se han dejado de detectar muchos casos, pero hay datos que indican que la afección está creciendo más allá de la cantidad de test.

Sobre todo, en Nafarroa, donde los contagios notificados ayer volvieron a superar los de la víspera, 155 frente a 147, a pesar de que se hicieron 413 pruebas menos: 1.861 frente a 2.274. Esto supone que la positividad también creció, hasta el 8,3%, y hace bastante tiempo que se mantiene en cifras altas, superando con mucho margen el 5% que indica una situación pandémica descontrolada.

Ese número de contagios es el más alto en cuarenta días, y devuelve a ese herrialde a tasas de incidencia acumulada de principios de diciembre. En concreto, hay que retroceder hasta el día 2 de ese mes para encontrar una incidencia mayor a los 228,78 casos por cien mil habitantes en catorce días del último informe.

Esa incidencia es medio centenar de puntos mayor a la que había el 11 de diciembre, cuando tocó suelo, y por primera vez desde el 15 de noviembre Nafarroa ha dejado de ser el herrialde con menor incidencia en Hego Euskal Herria, pues Bizkaia se situó ayer con 227,76 casos.

De todos modos, con 304 nuevos positivos registrados, Bizkaia también tiene que mirar cuarenta días atrás para encontrar una cifra tan alta. Gipuzkoa, también sumó más contagios que en las últimas jornadas, 210, y solo Araba, con 60 nuevos casos, mantuvo las cifras que se han registrado estas navidades.

«Extrema gravedad», ¿o no?

Es evidente que la situación ha empeorado, y era esperable después de que se aliviaran las restricciones en movilidad y aforo con motivo de las fiestas.

Lo que las instituciones no parecen capaces de definir es en qué grado lo ha hecho. No al menos en la CAV, donde apenas un día después de que la Comisión Técnica del LABI afirmara que la evolución epidemiológica local «es preocupante» pero «no ofrece en este momento signos de alarma extraordinaria», Iñigo Urkullu declaró el martes por la noche que la situación «sigue siendo de extrema gravedad».

Ese escrito quizá pretendía preparar a la población para nuevas restricciones, pero igual en el seno del LABI deberían acordar qué mensaje trasladan a una población cansada de contracciones y medias verdades.

 

El ISPLN apunta a un nuevo endurecimiento

Además del boletín diario, el Instituto de Salud Pública y Laboral de Nafarroa (ISPLN) publicó ayer el informe epidemiológico correspondiente a la semana del 28 de diciembre al 3 de enero, donde se aprecia un empeoramiento de todos los parámetros. Así, respecto a la afección del covid, durante esos siete días se confirmaron 810 casos (123 por cien mil habitantes), un aumento del 34% respecto a la semana anterior, que en gran medida se concentraron en la población de 15 a 34 años, cuyos casos, explica el ISPLN, se duplicaron.

Asimismo, entre el 28 de diciembre y el 3 de enero se produjeron 51 ingresos hospitalarios por covid-19 en los hospitales de Nafarroa, frente a los 42 de la semana anterior, y los ingresos en UCI atribuibles a esa enfermedad pasaron de cinco a seis. Y también se produjo un aumento en el número de defunciones por covid, de 11 a 14.

Los datos corroboran que se ha dado un «aumento moderado» de la transmisión, de las hospitalizaciones y de las defunciones por covid, y el ISPLN concluye valorando que «estos cambios, tras la suavización de algunas medidas en semanas pasadas y en el contexto de las vacaciones de Navidad, sugieren que la situación podría reconducirse recuperando algunas de las medidas que se mostraron eficaces en noviembre».