‘No eres de Donosti si…’, ‘Ez zara Zumarraga Urretxukoa…’, ‘¡¡¡Somos de Irun sí o sí!!!’, ‘Oñatikua naiz eta arro nago’… Son nombres de foros locales de Facebook, donde miles de personas de cada localidad se juntan para intercambiar información de todo tipo sobre lo que acontece en su pueblo –fiestas, sucesos, deportes, política municipal…– y opinar sobre el día a día.

Durante dos años, 2019 y 2020, SOS Racismo Gipuzkoa ha analizado los contenidos de siete de estos grupos, y ha llegado a la conclusión de que la presencia de comentarios xenófobos en ellos es casi nula. Concretamente, se reduce a «31 conversaciones en 2 años en grupos que reúnen a 60.000 personas».    

El estudio, impulsado por el Departamento de Derechos Humanos de la Diputación de Gipuzkoa y llevado a cabo en colaboración con CEAR-Euskadi, «desmonta la idea de los foros locales de Facebook como vertederos de comentarios racistas. Quienes cuelgan comentarios xenófobos en esos foros no llega al 1% de sus integrantes, y en su mayoría se trata de mensajes que identifican personas extranjeras con delincuencia».

Cita como ejemplos que en el grupo de Errenteria, de 18.370 personas en el grupo, solo 12 han publicado en 2 años algún comentario racista. O en el de Donostia, de 7.028 personas solo 17 han escrito en alguna ocasión alguna expresión de ese tipo.

Al contrario, los autores del estudio entienden que esos grupos «pueden funcionar como aliados para propiciar un clima de convivencia en los municipios de Gipuzkoa», aunque en determinadas ocasiones puedan actuar como «difusores de mensajes discriminatorios y peligrosos». Como muestra se dedica un capítulo para analizar en detalle «el clima creado en Pasaia con un grupo de jóvenes de origen magrebí».

Pero en líneas generales valora estos foros como «espacios de encuentro de quienes residen en un mismo pueblo, barrio o ciudad y son de orígenes culturales semejantes o diversos», e insta a los responsables políticos municipales a utilizarlos como «una herramienta más en la imprescindible labor de generar convivencia».