Aunque al cineasta francogermano Dominik Moll le conocimos a partir de ‘Harry, un amigo que os quiere’ (2000), lo cierto es que antes ya había realizado la inédita ‘Intimité’ (1994), así que conviene precisar que ‘Solo las bestias’ (2019) es su sexto largometraje, y no el quinto.

Sus películas se caracterizan por su personajes y situaciones inquietantes, y su nueva propuesta viene a ser una obra suma de protagonismo múltiple y compartido al estilo rashomoniano.

Dicha complejidad estructural proviene de la novela negra de Colin Niel, la cual propone una intriga criminal de alcance global, que se mueve en escenarios geográficamente distantes entre sí pero comunicados a través de internet. Lo que parece un caso rural en el Macizo Central, pasa del nevado paisaje alpino al exotismo de Costa de Marfil a golpe de ratón.

En la extraña desaparición de una mujer adinerada (Valeri Bruni Tedeschi) se verán implicados otros cinco personajes (Dénis Menochet, Laure Calamy, Damien Bonnard, Nadia Tereszkiewicz y Guy Roger Bibisse N’Drin), conectados por intereses oscuros y pasiones ocultas, como si todo formara parte de una misma e imparable avalancha de alcance social.