Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

El tío Óscar se confina

El cierre reciente de grandes cadenas de cine en los EEUU como Arclight o Pacific Theatres, junto con la bajada de persiana de la icónica sala californiana Cinerama Dome, propicia un ambiente desangelado, nunca mejor dicho, para la ceremonia de los Óscar de este domingo. Además, el bajón de audiencia para la transmisión está asegurado, no solo porque ya sucediera en pandemia con otros eventos previos como los Grammy o los Globos de Oro, sino porque China ha decidido hacer un apagón, y eran muchas millones de personas las que conectaban con su emisión desde Hong Kong. Por primera vez en años no será así.

La versión oficial alude única y exclusivamente a razones comerciales, que en los tiempos que corren tiene su lógica aparente. Pero no hay analista bien informado que se lo crea, y la mayoría coincide al señalar que el corte viene dado por el temor a las posibles declaraciones de Chloé Zhao si sube a recoger alguna estatuilla dorada, lo cual es más que probable. En más de una ocasión se ha manifestado contraria a la censura en su país de origen, hecho que viene denunciando desde que tiene voz e influencia como cineasta. De todas formas no me parece justo cargar tanta responsabilidad sobre una autora tan joven, y no se la puede culpar de que unas palabras suyas alcancen semejante peso en materia cultural y de libertad de expresión para el gigante asiático.