El segundo brazo del llamado puente de la playa, que los técnicos no pudieron colocar el miércoles al desestabilizarse durante la maniobra, ha sido instalado en la mañana de este jueves.

El puente metálico, construido en 1927, ha sido sometido a un complejo sistema de restauración, en el que mediante técnicas artesanales han recuperado las piezas originales de acero, que se encontraban muy afectadas por la corrosión.

Catalogado como bien cultural con la categoría de monumento, el puente fue retirado de Ondarroa hace dos años para su traslado a un taller de Asturias.

En las próximas semanas, la Diputación de Bizkaia, responsable de una obra que cuenta con un presupuesto de 1,3 millones de euros, instalará elementos como las barandillas o el tablero de madera.

Asimismo, se completará la urbanización en ambas márgenes y se realizarán las últimas pruebas del mecanismo de giro antes de su puesta en funcionamiento para ser utilizada por la ciudadanía.