El Pentágono ha cerrado este martes tarde sus accesos a cal y canto, sin permitir la salida de su personal, por un tiroteo delante de una de sus entradas donde hay una parada de autobuses y de metro. Pasadas las 20.00 se ha dado a conocer en medios como CNN, citando fuentes policiales, la muerte de un agente y la existencia de al menos dos heridos más.

El jefe de la Agencia de la Fuerza de Protección del Pentágono, Woodrow Kusse, ha indicado en una conferencia de prensa que el hecho se registró alrededor de las 10.37 (14.37 GMT), en una de las dársenas que sirve a las distintas líneas de autobuses que transitan por la zona.

«Un agente del Pentágono fue atacado en la dársena del Metrobus, se produjo un tiroteo y hubo varias víctimas», ha dicho Kusse, sin dejar claro si se trata de muertos o heridos. Ni siquiera ha confirmado la muerte del agente.

El suceso se produjo en un punto, donde se encuentra uno de los accesos principales al reciento, utilizado a diario por miles de sus empleados. En esa parada se detienen autobuses de varias líneas en la zona.

En un primer momento, el Departamento de Bomberos de Arlington, donde se ubica en Pentágono, en las afueras de Washington DC, indicó que se había encontrado «con pacientes múltiples», cuando acudió a responder a «un incidente activo de violencia» en la zona del metro del Pentágono.

«La situación se ha resuelto, pero la investigación debe continuar», se ha limitado a indicar Kusse, entrada ya la noche en Euskal Herria.

Antecedentes

Este hecho ha recordado dos incidentes ocurridos en 2010, uno de los cuales involucró en marzo de ese año a un hombre de 36 años, John Patrick Bedell, quien hirió a dos militares tras abrir fuego contra un puesto de seguridad del Pentágono y murió tras enfrentarse con los policías que respondieron al ataque.

Meses después, en octubre de 2010, el Pentágono fue blanco de disparos, que impactaron en dos ventanas de una parte del edificio que estaba siendo reconstruida y permanecía desocupada.

Más atrás queda el ataque sufrido el 11 de setiembre de 2001, en paralelo al derribo de las Torres Gemelas, y que costó la vida a casi 190 personas en el Pentágono, al estrellarse allí el vuelo 77 de American Airlines.