Arnaitz Gorriti
Kirol-erredaktorea, saskibaloian espezializatua / redactor deportivo, especialista de Baloncesto
Entrevue
Irati Etxarri
Jugadora de Cadí La Seu d'Urgell

«La Irati valiente de Araski sigue ahí pero ahora con experiencia, y quiero dar un paso más»

Con 23 años, la ala-pívot de Iruñea cumple su sexto año en la élite del basket femenino, después de debutar con Araski y pulirse en Cadí La Seu. Ese sábado la iruindarra regresa a Mendizorrotza con un balance de 4-0, para mostrar los progresos que la han convertido en la líder del líder.

Con solo 23 años, Irati Etxarri ya cumple seis años en la élite, después de debutar en Araski y despuntar en Cadí La Seu. (Jaizki FONTANEDA / FOKU)
Con solo 23 años, Irati Etxarri ya cumple seis años en la élite, después de debutar en Araski y despuntar en Cadí La Seu. (Jaizki FONTANEDA / FOKU)

Igual que el asalto al cuartel de Moncada, Irati Etxarri nació un 26 de julio, aunque de 1998. La iruindarra tiene 23 años, pero con esta cumple ya seis en categoría senior, por lo que, aunque su cara risueña delata su juventud, la ala-pívot de Cadí La Seu d'Urgell es toda una veterana en la Liga Endesa.

Después de cuatro partidos de Liga Regular, el conjunto catalán es el líder invicto con un balance de 4-0, y eso que ha debido superar a equipos de cierto nivel como Estudiantes, Zaragoza y Ensino, más un recién ascendido como Ferrol que, como ante Estudiantes, tuvo que batir a domicilio.

Evidentemente, nadie gana solo un partido, mucho menos cuatro consecutivos. Pero con 18 puntos y 9 rebotes de media, jugando 30 minutos de media, es Irati Etxarri la que tira del carro del conjunto catalán. Es su momento y por eso, la iruindarra atiende entrevistas por doquier, entrevistas ante las que lidia con la frescura de una joven de 23 años y la madurez de una senior con seis años entre profesionales. Este es el momento de Irati Etxarri y ojo, porque este sábado viaja a Mendizorrotza, a vérselas con un Kutxabank Araski, donde debutó en la máxima categoría, y donde intuían que, antes o después, llegaría el momento de Irati Etxarri.

Suena bien eso de ser líder de la Liga Femenina. Y aún mejor eso de ser la líder del líder de la Liga.

(Sonrisa) ¡Suena bien, sí! Pero si se deduce que soy la líder de La Seu es porque mis compañeras me han elegido como tal, no es decisión mía. Lo de ser líder de la Liga, digamos que por ahora es circunstancial. Ojalá lo fuéramos al final de la primera vuelta. Entonces ya podríamos hablar de otras cosas.

30 minutos por partido, con 18 puntos y 9 rebotes. Los números no suelen mentir.

Esos número no, desde luego. Pero lo que más aprecio y no enseñan los números es que se ve que las compañeras creen en mí. Que las compañeras crean en ti, que se conforme ese ámbito de confianza y que se unan por ti, eso hace que a su vez yo confíe en lo que tengo que hacer: si tengo que tirar, ir a por un rebote, defender, animar... Ambas cosas se alimentan y eso vale más que los números.

Inicio con pleno de victorias –la entrevista se hizo antes de jugar ante el Ensino, con triunfo catalán por 83-62–, después de un verano en el que han perdido a referentes como Gergina Bahí –hoy en Ensino– o Yurena Díaz –hoy en IDK Euskotren–, y ante rivales con cierta entidad como Basket Zaragoza, Estudiantes o Ferrol.

Es pronto para saber el valor real de esos triunfos. Las plantillas de esas rivales no son nada fáciles que aspiran a estar arriba –Ensino disputa la Women Eurocup–, como Estudiantes o Zaragoza, mientras que Ferrol, aunque se trate de un recién ascendido, es un rival que llevaba meses sin perder en su cancha y en el que, como pudimos comprobar, no será nada sencillo ganar.

Sobre las ausencias. La Seu es un club pequeño en el que los rectores ya saben que, en caso de que haya una oferta importante por alguna de las jugadoras, difícilmente nos van a poder retener, y además, existe una complicidad entre jugadoras, directiva y afición según el cual se sabe que puede llegar el momento en el que las jugadoras van a dar ese salto. Geo –Bahí– o Yurena –Díaz– son las últimas, pero ahí tenemos a Andrea Vilaró –en Perfumerías Avenida–,  Tinara Moore –hoy en Gernika– y otras, que fueron jugadoras muy importantes aquí y les sirvió para dar ese salto.

«Esa "jeta" la he tenido siempre conmigo. Nunca he dejado de ser valiente porque disfruto mucho con ello, pero siempre he pensado en mejorar»

Se hace raro ver que usted asuma el liderazgo del equipo no tanto porque tenga 23 años, sino porque tiene hasta nueve compañeras que son mayores que usted.

Fíjate que hace unas semanas reflexionaba y me daba cuenta de que llevo todo mi período de senior jugando en máxima categoría; primero en Araski y con este, mi cuarto año en La Seu. Eso es algo que no todo el mundo lo puede decir. A efectos de la experiencia en la Liga Femenina, soy una de las veteranas del equipo, pero esa veteranía no depende de tu edad, sino de tu jerarquía en la cancha. Pero eso, como he dicho antes, no solo depende de ti, sino de que así te eligen tus compañeras, y ante eso, estoy intentando dar ese paso por la confianza que depositan en mí.

Ya en sus tiempos en Araski se la veía muy valiente, sin miedo a asumir la responsabilidad.

Cuando tenía 17 años, Made Urieta me presentó como jugadora de Araski y recuerdo dijo que «a Irati lo que le hace falta es experiencia». Siempre he jugado con "mucha jeta", deportivamente hablando, y noto que ahora sigo siendo igual de valiente, pero con mucha mayor capacidad de lectura de lo que hay que hacer en cada momento.

En ese sentido, aprendí mucho en mis tres años en Araski, pero creo que acerté cuando llegué a La Seu. Aparte de lo que aprendí en Gasteiz, aquí descubrí a grandes jugadoras –Moore, Vilaró, Luci Pascua, Bahí...–, que son grandes profesionales además, y que me enseñaron un camino que estoy tratando de seguir. La Irati de Araski quizá hiciera las cosas de forma parecida a la que las hace la Irati de La Seu, pero ahora tengo más conocimiento, esa experiencia que me faltaba cuando llegué a Gasteiz, como dijo Made.

Podríamos decir que cuando aterricé en Araski disfruté mucho, pero me vi «obligada» a ser profesional y ahora disfruto más siéndolo. Porque soy consciente de lo que tengo que hacer y esa consciencia hace que disfrute todavía más jugando.

Irati Etxarri en un duelo frente a Araski en su primera temporada en Cadí La Seu. (Endika PORTILLO / FOKU)

También es conocido que trabaja duro en verano. Por ejemplo, se le ve más fluida en el tiro exterior, cuando hasta ahora ha tenido menos de 20% de acierto en el triple.

Como he dicho, esa "jeta" la he tenido siempre conmigo. Nunca he dejado de ser valiente porque disfruto mucho con ello, pero siempre he pensado en mejorar; preguntarme «¿es suficiente?» y si la respuesta es que no, ver qué y cómo lo puedo hacer para poder dar un paso más. Sé que no me puedo estancar.

Si otro jugador opina que ya está, que con lo que domina y se le da bien le es suficiente, por mí perfecto. Pero en mi caso estoy intentando ir un paso más allá, y el mejor momento para ello es el verano, que es cuando hay más tiempo y no existe la presión del resultado inmediato. En lo que a mí respecta, son ya tres veranos en los que estoy trabajando el tiro y mejorando, por lo que se ve en este inicio de liga. Al final, todo se basa en no conformarte: la Irati "primera", la valiente, la explosiva que penetra ante otros ala-pívots, esa ya existía y ahí seguirá, pero la idea es ver hasta dónde esta Irati puede llegar.

En ese sentido, estoy super orgullosa de haberme puesto en manos de profesionales: nutricionistas, psicólogos deportivos. O Albert, que es a la vez mi preparador físico y "entrenador de verano". En este caso concreto, sin su ayuda este éxito de tener un inicio de temporada tan destacado no hubiera llegado.

Capacidad física siempre he tenido: salto, explosividad, velocidad... Ahora estoy en plena mejora táctica y técnica. Si la Irati de antes podía ser un portento físico sin demasiada medida, ahora soy una Irati con más medida y control, pero que se lo pasa en grande porque se centra en eso.

(...)

Otra de las claves es que, dentro de los partidos, dejo de pensar más de la cuenta. Antes del verano, cuando estaba viendo si renovar o no, hablé con el entrenador –Bernat Canut–, que estaba en la misma situación que yo; es decir, que no sabíamos si íbamos a continuar los dos, ninguno o solo uno. Ahí me dijo que, en caso de que siguiéramos, el equipo iba a necesitar de una líder tras la marcha de Georgina Bahí y Yurena; me dijo que adelante con ese rol si nos quedábamos.

«La cuestión es saber tomar la mejor decisión posible siempre, sin pensar más de la cuenta. No me he preparado porque quiera ser líder, sino que me he dispuesto a hacer un trabajo en la cancha tras el cual, pase lo que pase en cada partido, no tenga nada que reprocharme»

Se le ve satisfecha por ello.

Claro, porque la cuestión es saber tomar la mejor decisión posible siempre, sin pensar más de la cuenta. No me he preparado porque quiera ser líder, sino que me he dispuesto a hacer un trabajo en la cancha tras el cual, pase lo que pase en cada partido, no tenga nada que reprocharme. Y por ahora estamos consiguiendo que ese trabajo tenga el efecto de que el propio equipo se identifique y se una para hacer ese mismo trabajo.

Quizá llevar cuatro años en La Seu y que me sienta como en casa en este equipo ayude a esa "naturalidad" para asumir un rol, pero lo cierto es que lo hago porque mi entrenador y mis compañeras creen que debo hacerlo y se suman a lo que yo hago. Y con estos resultados.

Déjeme observarle una característica suya: es zurda, pero cerca de canasta se maneja bien también con la derecha.

Es que de pequeña me cabreaba cuando se creían que era zurda cerrada. Es lo que decíamos de no ponernos límites; soy zurda, por supuesto, pero eso nunca me ha atado. Y, de hecho, eso es, cerca de canasta acabo mejor con la derecha porque para hacer la batida de un salto a una pierna, mi pierna dominante también es la izquierda, aunque al fútbol sea una negada (carcajada).

No sé si le da más rabia no poder disputar este año la Women Eurocup o que se dé por hecho que ante Valencia Basket, Perfumerías... les tocará ceder ese liderato.

Da rabia no poder jugar la Eurocup porque el año pasado conocimos esa experiencia. Estuvo en nuestras manos pero nos quedamos fuera de los play-offs; no salieron las cosas y hay que trabajar para que este año cambie el resultado. Nos gustaría poder volver a Europa.

Lo del liderato es algo provisional, por ahora. Como he dicho, sería otra cosa si nos mantuviéramos líderes al final de la primera vuelta. Cuando juguemos contra los equipos grandes, bueno, en principio son mejores, pero cuando las cosas se juegan a un partido esas diferencias se acercan. Si algo tengo claro de mi equipo, además, es que jamás se hará pequeño, que es algo que me enorgullece. Ya se vio frente a Estudiantes, que ganamos a pesar de empezar mal, o ante Basket Zaragoza, que logramos darle la vuelta aunque en su equipo juegue Anna Cruz, que es buenísima.

Si hay algo que parece claro, en todo caso, es que si Irati Etxarri quiere ganar algún título o jugar la Euroliga, lo normal sería tener que irse de Cadí La Seu.

Poder disputar la Euroliga es algo que me gustaría lograr, y lo mismo con ganar trofeos. Por ahora, solo puedo decir que en La Seu estoy muy a gusto en estos cuatro años, pero sé que, si llega el momento de irme, ellos no me van a retener ni van a ponerme trabas. Ojalá La Seu pudiera disputar la Euroliga, pero lo que sucede en este equipo es que sus jugadoras aprendemos tanto que se les abre la puerta para poder ir a equipos con más presupuesto.

«Hay una cosa muy clara en este mundo del baloncesto –no solo el femenino–, pero es que tienes que ser muy buena para decidir ir adonde tú quieres»

¿Y qué me dice de volverse a Euskal Herria?

Claro que me gustaría volver a mi tierra, estando como estoy 100% conectada a Euskal Herria. Pero mira, por el momento no se ha terciado, y es que no depende de mí por entero. Hay una cosa muy clara en este mundo del baloncesto –no solo el femenino–, pero es que tienes que ser muy buena para decidir ir adonde tú quieres. Claro que me gustaría aunque en La Seu me encuentre como en casa, pero es que no se ha terciado.

Debo preguntarle por el caso de Lucas Mondelo, despedido de la selección española después de que Marta Xargay lo mencionara como un factor esencial para que ella acabase padeciendo trastornos alimenticios.

La situación es extraña y conflictiva, y lo cierto es que falta información. Tampoco ayuda en nada ver que la FEB maniobrara para que estas acusaciones, así como las declaraciones de Anna Cruz después, no salieran a la luz hasta terminar los Juegos Olímpicos. Creo que hubiera sido mucho más valiente por parte de todos si se hubiera conocido antes y plantarnos en ese momento. Estamos hablando de un tema muy delicado y preocupante que, visto el momento en el que se conocieron los hechos, una vez que Mondelo había dejado de ser seleccionador, pareciera todo reducido a disputas entre personas.