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Blinken y Wang se citan en Bali para rebajar la tensión entre China y EEUU

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y su homólogo chino, Wang Yi, se han reunido hoy sábado en Bali para rebajar las tensiones entre las dos superpotencias, tras participar los días anteriores en una reunión de ministros de Exteriores del G20 marcada por la guerra en Ucrania.

Los jefes de la diplomacia china y estadounidense.
Los jefes de la diplomacia china y estadounidense. (Stefani REYNOLDS | AFP)

«En una relación tan compleja y consecuente como la de EEUU y China, hay mucho de qué hablar. Tengo muchas ganas de tener una conversación productiva y constructiva con usted», declaró Blinken al inicio de la cita, según un comunicado del Departamento de Estado de EEUU.

Blinken y Wang se han reunido por la mañana en Nusa Dua (una zona de lujosos complejos hoteleros al este de Bali), para debatir sobre varias crisis, entre ellas la invasión rusa de Ucrania, las dificultades económicas globales y la cuestión de Taiwán.

«China y EEUU son dos países importantes, por lo que es necesario que los dos países mantengan intercambios normales. Necesitamos trabajar juntos para garantizar que esta relación continúe avanzando por el camino correcto», ha resaltado Wang, para remarcar los principios de «respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación voluntaria» entre ambas potencias.

La última vez que se vieron en persona fue en octubre, y su reunión este sábado allana el camino a una llamada entre los presidentes chino y estadounidense, Xi Jinping y Joe Biden, que se prevé para las próximas semanas.

Desde el pasado mes, China y EEUU han multiplicado sus encuentros; sus jefes de Defensa se vieron el mes pasado en una cumbre en Singapur, y también se han reunido sus máximos responsables de finanzas y seguridad nacional.

La cuestión ucraniana

Durante la reunión Blinken ha advertido a Pekín de que no apoye a su aliado ruso en la invasión a Ucrania, según ha señalado el equipo del secretario de Estado estadounidense.

Wang Yi se convirtió en los pasados días en Bali, durante la reunión del G20, en uno de los principales receptores de mensajes para Moscú, pues la mayoría de los jefes de la diplomacia asistentes, liderads por los occidentales, vetaron  al ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, quien también estuvo presente y sí se reunió con responsables de potencias emergentes en el club de las 20 economías más enriquecidas del mundo.

China y Rusia mantienen una relación estrecha que llegó a ser definida por los líderes de ambos países a comienzos de año como una amistad «sin límites».

No obstante, aunque Pekín no ha condenado la invasión de Ucrania, sí ha pedido que pare la guerra, y en las reuniones de Bali algunos asistentes destacaron su rol «constructivo» en dicho respecto.

Antes del encuentro, Daniel Kritenbrik, el jefe de la diplomacia de EEUU para el este de Asia, apostó por encontrar «puntos de contención» en la difícil relación entre las dos mayores economías mundiales.

Uno de los puntos de mayor tensión entre ambos países es Taiwán, la isla autogobernada que Pekín reclama y no descarta invadir, y que Washington en principio defendería.